Aragón. Un hospital de Zaragoza implanta el marcapasos más pequeño del mundo, que no lleva cables

MADRID/ZARAGOZA
SERVIMEDIA

Cardiólogos del Hospital Universitario Miguel Servet (HUMS) de Zaragoza colocaron ayer el marcapasos más pequeño del mundo, mínimamente invasivo porque tampoco necesita cables, en una mujer de 81 años.

Según informó el Gobierno de Aragón, los médicos lo alojaron directamente en el corazón, adonde llegaron a través de un catéter por la vena femoral, pues no hacen falta incisiones quirúrgicas para colocarlo.

Los dispositivos convencionales constan de un generador, que se conecta a un cable que desde una vena del brazo llega hasta el corazón. Los avances tecnológicos han hecho posible miniaturizar todos estos componentes en una especie de cápsula de tan solo un cm3 que se ancla directamente en el interior del corazón.

De esta forma, no requiere ningún tipo de cable transmisor, ya que el impulso eléctrico para que el corazón se contraiga lo aplica directamente a través de su propio anclaje desde el interior del ventrículo.

La intervención fue realizada por los doctores Antonio Asso, Naiara Calvo y Teresa Olóriz, del Servicio de Cardiología del Servet, uno de los hospitales acreditados en España para el inicio de esta técnica en sus primeras fases asistenciales.

El doctor Asso, jefe de la Unidad de Electrofisiología y Arritmias, explicó que los cables que conectan el generador con el corazón constituyen el eslabón débil de los marcapasos, porque están sujetos a potenciales disfunciones con el paso de los años, relacionados especialmente a los movimientos de flexión y deflexión implícitos en cardíaco.

El marcapasos tiene un peso de dos gramos y mide 27 milímetros de longitud y otros siete milímetros de diámetro.

(SERVIMEDIA)
24 Nov 2015
KRT/caa