Bennoune, que imparte clases de derechos humanos y de derecho internacional en la Universidad de California (Estados Unidos), indicó en un comunicado que el lenguaje utilizado por Daesh al atribuirse los ataques, al calificar de “paganos” a los asistentes al concierto de rock en la sala Bataclan y de “capital de la prostitución y del vicio” a París, demuestra que “un visión del mundo cargada de odio motiva esa violencia”.

Para esta experta de la ONU, el grito de “Allahu Akbar” (“Alá es grande”) empleado por los terroristas al comenzar la masacre en Bataclan “abusa groseramente de una expresión religiosa sagrada para cientos de millones de creyentes musulmanes de todo el mundo, que aborrecen de tal derramamiento de sangre, y aumenta la probabilidad del odio y la discriminación contra ellos como respuesta”.

Bennoune expresó su “total compasión” por las víctimas y sus familias al hacerse eco de las palabras del rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, de quien tomó nota de su llamado a la unidad nacional. “La unidad internacional será igualmente fundamental en la respuesta a este tipo de amenazas a la cultura y a los que quedan juntos para hacerla y compartirla”, añadió.

"Extiendo mi solidaridad y condolencias al pueblo de París y espero que pronto experimenten un regreso a la seguridad, así como a un entorno en el que puedan disfrutar plenamente de sus derechos y libertades", dijo.

Bennoune pidió a la comunidad internacional que adopte con urgencia todas las medidas necesarias para ayudar a las autoridades francesas a que los autores de los atentados respondan a la justicia, de conformidad con el derecho internacional.

"Todos debemos cooperar para proteger a las personas de todo el mundo que se enfrentan a ataques similares de esas bandas de la muerte simplemente por participar en la vida cultural", anotó.

La relatora especial también expresó su profunda preocupación personal respecto a otros recientes ataques terroristas, como el ocurrido en Beirut (Líbano) el pasado jueves, un día antes de los atentados de París, o el accidente del avión ruso en Egipto el mes pasado.

"Me gustaría hacer hincapié en la igualdad global de las víctimas y el carácter internacional de la lucha contra los que tratan de matar deliberadamente a civiles y a la propia cultura, y, sobre todo, para dividir a la familia humana", concluyó.