(REPORTAJE)
El acogimiento familiar como forma de vida
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La historia de Jacinto Marqués viene marcada por una serie de preguntas existenciales “que ha intentado responder desde siempre”, como él mismo indica. Una vida trazada por numerosos viajes y colaboraciones con organizaciones como Intermon, Médicos sin Fronteras y la Fundación Vicente Ferrer, siempre en proyectos vinculados con la infancia.
Trabajó en países como Bolivia, Nicaragua, India y Mozambique hasta que regresó a su pueblo natal, Camporrells, una pequeña aldea de unos 100 habitantes en la provincia de Huesca. Allí acabó sus estudios de Magisterio y hace seis años creó junto a su hermana la Fundación Crisálida.
Esta entidad tiene como objetivo ayudar y promover la inclusión de personas con discapacidad, especialmente intelectual. Crisálida pretende dar cobertura a gente del entorno afectivo y local de Camporrells, mediante un “proyecto pequeño, siempre dentro del entorno rural de la zona”, según Marqués.
En este sentido, Marqués señaló en una entrevista concedida a Servimedia que “mejor es hacer varios proyectos pequeños bien hechos, que uno gigantesco que pierda identidad a medida que crezca”. “Nosotros en el futuro nos resistiremos a crecer, es una seña de identidad que tendremos siempre”, agregó el presidente del Patronato de Crisálida.
La fundación organiza talleres de terapia ocupacional y otras actividades con el objetivo de convertir a personas dependientes en autónomas. Con esta idea, hace dos años puso en marcha un horno de pan en el que hoy trabajan siete personas y por el cual la entidad recibió el Premio Integra 2013 de la Fundación BBVA.
ACOGIMIENTO FAMILIAR
Después de su paso por Mozambique atendiendo a niños de la calle, regresó a España y conoció la figura legal del acogimiento familiar, que, según comentó, permitiría devolver esa suerte que él tuvo al nacer en una familia del primer mundo.
El acogimiento familiar es una medida de protección que permite que un menor que no pueda o no deba vivir con su familia biológica pase a integrarse con una familia de acogida. “Los acogedores no se limitan a abrir la puerta de su hogar, sino la de sus propias vidas, viviendo una experiencia altamente enriquecedora para ambas partes”, añadió Marqués.
Durante la entrevista aseguró que él entiende la paternidad como un servicio, “no para darme un hijo a mí, sino para ofrecer la paternidad a quien la pudiera necesitar”.
Por otro lado, el presidente de Crisálida subrayó que el acogimiento familiar es una figura poco conocida entre la población española que, a su juicio, es necesario explicar a la gente para de esta manera dar cabida a aquellas personas que optan por la adopción, especialmente la internacional, y no logran o les cuesta “consumar tal fin”.
“En una familia las ventajas para el menor van desde la organización de las rutinas diarias propias de su edad hasta un mayor desarrollo social”, piezas esenciales, según Marqués.
Así, acogió a Aleix y a otros chicos con discapacidad intelectual cuando eran menores con el objetivo de favorecer su desarrollo integral como personas. Hoy en día dos de estos chicos, ya emancipados, trabajan estando bajo la tutela legal de Marqués, lo que les permite tener un sueldo y una autonomía que además incrementa su autoestima y su grado de realización personal.
A lo largo de estos años Marqués llegó a tener acogidas a seis personas con discapacidad intelectual. “Con momentos buenos y otros peores, la experiencia del acogimiento ha sido muy gratificante”, indicó.
(SERVIMEDIA)
16 Nov 2015
AOG/caa