El origen de esta disputa legal fue un artículo publicado por este medio digital el 10 de septiembre de 2012 sobre la aerolínea en relación a la carga de combustible y al aterrizaje de tres de sus aviones en Valencia a finales de julio de 2012 con alerta de combustible.

Dicho artículo fue condenado por una sentencia de 18 de febrero de 2014 de la Sección Decimotercera de la Audiencia Provincial de Madrid al considerar que existió falta de diligencia del informador en comprobar la veracidad de la información, por lo que se produjo una inexistencia de reportaje neutral.

Según la sentencia, el artículo ponía en cuestión la actividad empresarial de Ryanair en relación con una cuestión tan importante como la seguridad aérea con información no veraz.

Además, advierte que el medio, pese al tiempo transcurrido entre que ocurrió el incidente (julio de 2012) y se publicó el artículo periodístico (septiembre de 2012), y que en ese periodo se realizó una rueda de prensa por la compañía aérea con difusión de una nota de prensa explicando lo sucedido, dispuso de tiempo suficiente para documentarse sobre estos extremos a través de diversas fuentes y no lo hizo.

También considera que el redactor “no observó la diligencia racionalmente exigible en las pautas propias de un profesional de la información”.

Por todo ello, y “dada la escasa entidad de la condena”, retirada del artículo de la página web de la demandada, publicación de la parte dispositiva de la sentencia, e indemnización de 2.000 euros, considera que debe confirmarse la sentencia.