Predif denuncia una “gran maraña normativa” en la regulación del asistente personal

- En un informe sobre la situación actual de esta prestación presentado en Madrid

MADRID
SERVIMEDIA

La Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif) ha elaborado un informe sobre la situación actual de la asistencia personal en España que concluye que la “gran maraña normativa” que regula esta figura a nivel autonómico dificulta su promoción y utilización por parte de las personas con discapacidad.

Titulado ‘La situación de la Asistencia Personal en España’, el informe cuenta con el apoyo de Fundación Vodafone y es fruto de un convenio firmado por Predif, la Dirección General del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), Fundación ONCE y la Federación Nacional Aspaym.

Por eso la presentación de este documento contó con la participación del director general del Imserso, César Antón, quien afirmó que la asistencia personal va siempre ligada al concepto de autonomía personal y que es “la más novedosa” de las prestaciones existentes en este ámbito y, por lo tanto, con un amplio desarrollo por delante.

El manual recoge, prosiguió Antón, el contenido de lo que es y debe ser la asistencia personal y la relaciona con sus usuarios potenciales, eje central, en tanto que personas, del sistema de prestaciones sociales y sanitarias.

La segunda parte de la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia ha de desarrollar, añadió, esta herramienta, que para su mejor evolución encuentra en este manual “un punto cero” muy necesario.

El objetivo del informe es clarificar cómo está actualmente en España la situación normativa de la asistencia personal, una prestación no siempre bien conocida por usuarios y administraciones y con un precio menos elevado que otras, explicó en la presentación del trabajo Francisco Sardón, presidente de Predif.

En el mismo contexto, José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, afirmó que la asistencia personal es “un elemento imprescindible” para que las personas con discapacidad puedan llevar una vida más normalizada, ya que la accesibilidad no siempre cubre todas sus necesidades.

Martínez Donoso manifestó el apoyo explícito de Fundación ONCE a este documento, que, dijo, clarifica el cometido y funciones del asistente personal, no siempre bien entendidas.

En la misma línea que el director general de Fundación ONCE se manifestó Miguel Ángel García Oca, vicepresidente de la Federación Nacional Aspaym, quien aseguró que existe “un problema de legislación laboral” con la figura del asistente personal, que no es un cuidador, sino alguien que debe limitarse a hacer lo que el usuario no puede.

Es algo parecido “a una herramienta, por muy mal que esto suene”, explicó García Oca, que insistió en la necesidad de que la Administración aprenda a preguntar a la persona con discapacidad qué necesita y solo después de escuchar su respuesta se lo proporcione.

A este respecto, Santiago Moreno, director general de Fundación Vodafone, señaló que el papel de su compañía en la elaboración de este informe es sumar su habilidad, basada en poner la tecnología al servicio de las personas, a disposición del resto de componentes del equipo.

INFORME

Este equipo, explicó Elena Ortega, directora gerente de Predif, ha puesto en común su visión de la asistencia personal y ha consensuado unos mínimos sobre los que se asienta el documento, que define el concepto de la asistencia personal, facilita su acceso a los usuarios, identifica las dificultades existentes para su implantación, analiza el marco normativo que la regula y propone una tipología de modelos de prestación de servicios para que cada cual pueda seleccionar el que mejor le venga.

En cuanto a la definición, Ortega, como García Oca, insistió en la idea de que la asistencia personal es una ayuda entre personas, regulada por un contrato laboral y con carácter universal, lo que significa que debe estar al servicio de cualquier persona con discapacidad que la solicite, no solo de las que tienen discapacidad física, y que ha de poderse pedir para desarrollarse como persona en cualquier ámbito de la vida.

En este sentido, en el de la cobertura para la que está concebida la asistencia personal, Predif ve diferencias normativas entre regiones, ya que mientras en algunas se concede la prestación a partir de los tres años, en otras se contempla únicamente cuando se han cumplido los 18.

Los ámbitos para los que se concede la ayuda de un asistente, las formas de solicitarla o las formas de pago recogidas en cada normativa autonómica son otros de los aspectos que llevan a Predif a hablar de “maraña normativa”.

Y esa “maraña normativa” es, a su vez, uno de los obstáculos con los que se encuentran los usuarios potenciales de la asistencia personal a la hora de solicitarla, algo que muchas veces no hacen precisamente por la burocracia.

Tampoco la solicitan en ocasiones por desconocimiento, ya que ni siquiera las entidades de la discapacidad contaban hasta hace poco con conocimiento suficiente y consensuado sobre lo que es y lo que debe ser la asistencia personal en España.

Por todo esto, Predif ha llevado la esencia de su informe a una página web en la que explica cuál debe ser la filosofía que regule la figura del asistente personal, cómo está la normativa en cada una de las autonomías y qué hacer para solicitar esta herramienta, que puede contratarse mediante formas distintas en función del lugar donde se viva.

(SERVIMEDIA)
12 Nov 2015
IGA/sba/caa