El portavoz de la CUP, Antonio Baños, fue nítido en su segunda intervención en el debate, cuando, retomando lo que había dicho su homólogo de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, poco antes, espetó a Mas: “Si ustedes proponen otro nombre ya habría acuerdo”. El presidente reaccionó con un gesto de contrariedad con la cara y el brazo a este comentario.

Baños aseguró que su formación, necesaria para que Junts pel Sí saque adelante la investidura de un candidato suyo a la Presidencia, es la más interesada en acabar con la existencia de un Gobierno en funciones, precisamente la razón por la que Mas había pedido su apoyo en esta segunda ocasión y se había ofrecido a delegar competencias en tres vicepresidentes y a someterse a una moción de confianza el próximo mes de julio.

El portavoz de la CUP rechazó también que se ponga todo el foco de la atención en ella, puesto que son ambas fuerzas independentistas las que tienen que ponerse de acuerdo y sacar adelante las medidas por la independencia y para paliar las emergencias sociales.

Ahora, la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, a quien Mas estrechó la mano antes de salir de la cámara, iniciará una nueva ronda de contactos con los grupos parlamentarios para sondear posibles candidatos.

Junts pel Sí y la CUP, o bien Junts y otros grupos, tienen dos meses desde el pasado martes, primera votación de investidura perdida por Mas, para ponerse de acuerdo y nombrar un presidente de la Generalitat. De lo contrario, habría que convocar nuevas elecciones. Sería la primera ocasión que esto ocurre en Cataluña, donde ningún candidato a la investidura había perdido antes que Mas dos votaciones.