Esta es la realidad que denuncia la ONG Save the Children en el marco de la cumbre internacional que se celebra en Malta y que reúne a líderes europeos y africanos para establecer un plan de acción sobre migraciones.

En respuesta a esta situación, la ONG ha ampliado sus servicios para los niños más vulnerables que viajan solos o con sus padres, abriendo nuevos refugios en Grecia y Serbia. Durante septiembre y octubre, los centros de acogida de la organización en Roma han experimentado un incremento de un 56% -comparado con los dos meses anteriores- en las llegadas de niños que buscan comida, ducha, ropa o servicios legales. Los menores que llegan cada vez son más jóvenes, pues la media de edad es 14-16 años mientras que el año pasado era de 16-18.

Por todo ello, la ONG pide a la Unión Europea y a sus socios africanos que protejan a todos los niños migrantes, independientemente de donde estén, y que trabajen con los países de origen, tránsito y destino para atajar las causas del desplazamiento forzoso y la migración insegura.

Asimismo, Save the Children recomienda medidas concretas en los países de origen, desde apoyo a las familias para aumentar su capacidad de salir adelante, programas para comunidades, más información sobre los riesgos de migrar, tutores para los menores que quieren hacerlo y cooperación en las fronteras para velar por los pequeños.