La Audiencia Nacional decidió el pasado 30 de octubre apartar a los dos jueces designados para juzgar esta causa. La Sala de lo Penal aceptó las recusaciones de los magistrados Enrique López, por 14 votos a cuatro, y de Concepción Espejel, por 10 votos a ocho, para enjuiciar la presunta trama de corrupción ligada al PP, partido con el que ambos tenían vínculos.

Una vez apartados se designó a sus sustitutos, de manera que el tribunal que juzgará la trama 'Gürtel' estará finalmente formado por los jueces Julio de Diego, el único que sobrevive de la primera terna; Ángel Hurtado, como presidente del tribunal y ponente del caso, y José Ricardo de Prada. Los dos primeros son considerados jueces de tendencia conservadora, mientras de De Prada pertenece al sector más progresista de la judicatura.

Hurtado, que abandonó la Audiencia Nacional en el mismo coche que López tras su recusación, explica en su voto particular, al que se han adherido los magistrados Juan Francisco Martel, Nicolás Poveda y Fermín Echarri, que está “de acuerdo con la alegación que realiza la representación del PP” al decir que su condición procesal de partícipe a título lucrativo le resulta “secundaria y colateral”.

La opinión que expresa Hurtado en su voto particular adquiere especial relevancia dado que será el presidente y el ponente del caso que se juzga. Alude más adelante a que desde el “punto de vista de la proporcionalidad, habría que preguntarse hasta qué punto es tolerable que la implicación de un actor secundario en el proceso penal, como es un mero partícipe a título lucrativo, pueda condicionar la formación de un tribunal penal”.

Indica más adelante que es necesario hacer mención “de la campaña mediática orquestada por un determinado sector de la prensa en torno a la presente recusación, así como a la articulada carrera” de Espejel.

La decisión de la Sala de lo Penal supone que la mayoría de los magistrados dudó de la apariencia de imparcialidad de los dos magistrados para juzgar la trama de corrupción ligada al PP. La mayoría del pleno dio la razón a las acusaciones populares que recusaron a los dos jueces por su “afinidad ideológica” con este partido.