Con el "no" anunciado del resto de grupos, Mas no podrá ser investido en la primera votación de investidura y tendrá que esperar al menos hasta el jueves, cuando tendrá lugar la segunda, y en ella le bastará con una mayoría simple, con más síes que noes, pero para ello al menos dos diputados de la CUP tendrán que abstenerse.

En su intervención en el debate de investidura, Baños argumentó este voto ya anunciado por la CUP desde las discrepancias en su gestión social y económica, el ámbito al que dedicó la mayor parte de su discurso, pero también para "blindar la construcción de la república catalana" y la "superación de la dinámica autonomista".

Sin embargo, dijo, un Estado propio no garantiza una vida digna, sino que hace falta también voluntad política de sus autoridades, por lo que el gobierno ha de emanar del pueblo. Aunque coincidió en un supuesto maltrato secular del Estado a Cataluña, no eludió las responsabilidades de la Generalitat y de los últimos acontecimientos, con la presentación de la resolución de desconexión legal por Junts pel Sí y la CUP, dedujo que “la desobediencia era posible”.

"UN SOLO HOMBRE"

Baños dijo que el sistema que emana de 1978 es estructuralmente corrupto, y que el proceso independentista ha supuesto que se conozcan cada vez más casos de corrupción, cuando antes los grandes partidos se tapaban las vergüenzas.

Añadió que el proceso no ha de detenerse "por un solo hombre", porque "no es bueno que se identifique con una sola persona" como pretendió hacer el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. "No sobra ninguno, es cierto", reconoció Baños dando la razón a Mas en su discurso de ayer, para prometer acto seguido: "Conseguiremos un gobierno fuerte que funcione lo antes posible, por eso trabajamos".

El portavoz de la CUP, haciendo uso de las metáforas marineras tan frecuentes en Mas, aseguró que esta formación será "la garantía de que se hará, se hará bien y se hará a toda vela", pese a que en el Estado haya gente que quiera que el proceso siga "en calma chicha".

Baños reconoció al presidente haber puesto las urnas cuando se le han pedido y haber escuchado las demandas soberanistas, pero defendió que lo importante es la tripulación, y aseguró que ésta existe y está "dispuesta a avanzar" aunque "de hoy no salga un capitán".

"VUELVA EL JUEVES"

El presidente del grupo parlamentario anticapitalista negó una confrontación con Junts pel Sí, se conjuró para "la bella práctica del consenso" y prometió no hacer descarrillar el proceso, pero pidió que no se le pidan "adhesiones inquebrantables" y "acríticas".

Añadió que la CUP quiere salir de la dinámica de la aritmética parlamentaria y establecer la república sobre "nuevas formas", por lo que negó que votando no hoy esté haciendo un cálculo o usando una moneda de cambio para nada, ni logrando una victoria sobre Junts pel Sí.

Baños dijo que "todo el mundo es necesario pero nadie es imprescindible", prometio que la CUP será la última en abandonar la mesa de negociación e invitó a Mas: "Vuelva el jueves". Además, advirtió a la "maquinaria del Estado" de que, aunque les amedrenten con inhabilitaciones o la suspensión de la autonomía, ello no les va a dar miedo. "No será por los pronunciamientos de un régimen agónico que demos un paso atrás".

Finalmente, Baños reafirmó su compromiso con la república catalana, aunque no su voto "incondicional", y prometió que la propuesta de resolución acordada por Junts pel Sí y la CUP, con su anexo de desobediencia social, les "tendrá siempre unidos", y concluyó: "Hoy votamos que no, pero estamos más comprometidos que nunca a que esta mayoría forme gobierno".