Rajoy se expresó así en el discurso que pronunció en el Palacio de la Moncloa en un acto de condecoración en el que el exportero del Real Madrid estuvo acompañado por su mujer, la periodista deportiva Sara Carbonero.

El presidente del Gobierno aseguró que la entrega de la Gran Cruz de la Orden de Mérito Deportivo a Casillas responde a que es “un gran deportista” y “una mejor persona” y destacó los valores que le inculcó el Real Madrid, “el respeto al compañerismo y humildad”, que, subrayó, ha tratado de “defender” allá donde fue con el que fue su club durante 25 años.

Rajoy recordó, a este respecto, unas palabras del actual portero del Oporto: “Por encima de ser un buen o mal portero quiero que la gente se acuerde de mí como una buena persona con mis defectos”.

Además, el jefe del Ejecutivo puso en valor que Casillas está “muy comprometido con las causas sociales”, porque, aseguró volviendo a hacer uso de las palabras del portero, “hay que corresponder” a las cosas “buenas” que le ha dado la vida.

Recordó que en 2011 fue nombrado embajador de buena voluntad de la ONU, que creó la Fundación Iker Casillas y que colabora, entre otras entidades, con la Fundación del Real Madrid y la Fundación Tomillo.

"DE LOS MÁS QUERIDOS"

El jefe del Ejecutivo resaltó que Casillas es "uno de los deportistas más laureados y queridos de la historia" y que ganó “todo” en el Real Madrid y, también, con la selección española de fútbol.

Repasó, en esta línea, sus principales méritos deportivos tras haber jugado más de 900 partidos como profesional y más de 160 con la selección española de fútbol.

Igualmente, Rajoy recordó que nacido en Móstoles, es hijo predilecto de esta ciudad madrileña, así como de Navalacruz (Ávila), el pueblo familiar, y resaltó que se llama Iker porque su padre estuvo destinado en Bilbao y su familia decidió ponerle un nombre vasco.

MEDALLA A LA AFICIÓN

Casillas agradeció al Gobierno la entrega de una medalla que dijo no sabe si merece, pero que le llena de “alegría y satisfacción” y será “un recuerdo imborrable" que le acompañará el resto de su vida.

El portero del Oporto aseguró que la medalla le recuerda “a los momentos maravillosos que he compartido con mis compañeros todos estos años y sobre todo, con la afición”, de la que destacó que “siempre” ha sentido “su cariño”.

“Con ellos he vibrado, he sonreído y muchas veces he llorado, a veces de rabia, pero muchas más de satisfacción”, afirmó, para dedicar la medalla a “todas las personas” que le han apoyado y, en especial, a su mujer y su hijo Martín.

Casillas reconoció, en este sentido, que a lo largo de los años de su carrera profesional ha intentado, tanto en la selección española como en el Real Madrid y en el Oporto, ofrecer “el máximo esfuerzo, dedicación e ilusión”, y admitió que se considera “un privilegiado” por poder dedicarse a lo que le hace “feliz”.

“Quiero que me recuerden no sólo por mis éxitos, sino por haber sido una persona que siempre he intentado ayudar y devolver a la sociedad todo lo que ella me ha dado; creo que es una obligación que tengo todos los días”, aseguró ante Rajoy.