Mas dice que a mediados de 2017 debe concluir el proceso constituyente y someterse a referéndum la Constitución catalana
- Cree que la legislatura no debe durar más de 18 meses
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El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, manifestó este lunes en el discurso de investidura en el Parlamento de Cataluña que la legislatura que comienza debería ser corta y no prolongarse durante más de 18 meses, por lo que se mostró partidario de que concluya en la primavera o el verano de 2017.
Mas dijo que durante esos meses debería culminar el proceso constituyente "en su base participativa y ciudadana", diseñarse las estructuras de Estado y tramitarse los proyectos de ley del Proceso Constituyente y de Transitoriedad Jurídica. Asimismo, indicó que debería redactarse la Constitución del Estado catalán que se sometería a referéndum.
Señaló que para realizar este proceso se necesita un Gobierno sólido y no en funciones y que mantendrá "la mano tendida" al Estado español y a su gobierno, aunque reiteró que "nadie puede parar el anhelo de un pueblo".
En un discurso de hora y media Mas dedicó los primeros veinte minutos y la última meda hora a intentar legitimar el proceso independentista en base a los resultados de las elecciones autonómicas del pasado mes de septiembre.
En este sentido, destacó que las formaciones independentistas lograron casi el 50% de los votos y las contrarias al proceso apenas el 40%, por lo que interpretó que el Parlamento tiene el mandato de las urnas de iniciar un proceso de "transición nacional" para pasar de la autonomía al Estado, al tiempo que destacó la “participación récord” en los comicios.
A su juicio, los resultados electorales constituyen “un aval democrático” para Junts pel Sí, la coalición de la que forman parte Convergència Democrática de Catalunya y ERC, puesto que opinó que los votos “otorgan una mayoría clara” a las formaciones partidarias de la independencia.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL “PARCIAL”
Artur Mas arremetió contra el Gobierno, cuya actitud dijo que se acerca al ridículo, y el Tribunal Constitucional, que consideró que está desautorizado y es “parcial”. “En las democracias de baja calidad y pseudodemocracias”, añadió, “se utiliza a la Fiscalía y a los tribunales para impedir la expresión democrática de un pueblo”, algo que afirmó está haciendo el Estado español y su gobierno.
Declaró que el español es un Estado que da la espalda al diálogo y agregó que prueba de ello es que el presidente Mariano Rajoy durante los últimos días se ha reunido con diversos representantes políticos para hablar de Cataluña pero con ningún representante de las instituciones catalanas.
Además, auguró que a los procesos judiciales que señaló ha emprendido la Justicia contra la exvicepresidenta del Govern Joana Ortega, la consejera Irene Rigau y él mismo por la consulta del 9-N de 2014 se sumarán otros en el futuro, ya que indicó que el Estado trata “a los demócratas como si fueran delicuentes”.
Apuntó que esas querellas son consecuencia de un “Estado que no habla ni negocia”, con “tics predemocráticos” y que pretende encarcelar a los que piden que se permita a la ciudadanía manifestarse. ¿Quién quiere vivir en un Estado como ese?, preguntó.
Acusó a las estructuras del Estado de combatir y derribar el Estatut de 2012 utilizando al Constitucional para ese objetivo y para perseguir la consulta del 9-N y manifestó con rotundidad que la decisión del Gobierno de actuar por la vía penal contra los promotores de la consulta llevó al entonces fiscal general del Estado a presentar su dimisión.
Por el contrario, expuso que la resolución que inicia el proceso independentista aprobada esta mañana por el Pleno del Parlamento de Cataluña es fruto del diálogo y de la negociación y una “consecuencia lógica” del mandato de las urnas
ESTADO CATALÁN JUSTO, CULTO Y SALUDABLE
Tras exponer sus intenciones y anunciar que las va a poner en marcha, Mas manifestó que hay margen para el diálogo y tendió la mano al Gobierno central para buscar un “nuevo marco de relaciones” entre Cataluña y España, al tiempo que descartaba “terceras vías”. En este sentido, responsabilizó al Estado español de la situación actual por no aceptar una “Cataluña con personalidad propia” y culpó a sus personalidades políticas, económicas, periodísticas “y a menudo religiosas”.
Después de concretar su ‘hoja de ruta’ para la independencia, Artur Mas expuso las líneas genéricas de su programa de gobierno para conseguir un Estado catalán más seguro, culto, saludable, abierto, transparente, moderno y, concluyó, con mejores prácticas democráticas.
Expuso que transformará la renta mínima de inserción por una renta mínima de ciudadanía; que aumentará el parque público de viviendas y resolverá los “problemas de desahucios”; que implantará un modelo de atención sanitaria que potencie la Atención Primaria y la domiciliaria y resuelva los problemas de financiación; que pondrá en marcha un modelo educativo inclusivo; que promoverá una ley de apoyo a las familias; que garantizará la igualdad de acceso a la cultura, y que habilitará un programa de intervención integral contra la violencia machista.
En materia económica creará si es investido presidente de la Generalitat para un nuevo mandato un Banco Central de Cataluña que será independiente y velará por la estabilidad del sistema, una Hacienda catalana y promoverá una ley de Seguridad Social, así como los mecanismos para atraer inversiones al nuevo Estado.
(SERVIMEDIA)
09 Nov 2015
GJA/gja