Al inicio de su discurso, aseguró que en Cataluña “se está jugando por parte de algunos, una minoría, aunque importante, con los sentimientos y convicciones de millones y millones de españoles”.

Insistió en que desde el Gobierno “no lo vamos a permitir” y argumentó que “tenemos a nuestro favor la Constitución y la ley, y no vamos a aceptar que la ley se incumpla ni en Cataluña, ni en ningún lugar de España. No aceptaremos que se juegue con nuestros sentimientos, con nuestras convicciones, con nuestra nación, ni tampoco con la ley”.

En un momento de su intervención, que sonó en todo momento contundente, Rajoy explicó que “los demócratas vamos a responder con templanza y determinación, con firmeza pero también con proporcionalidad”, a todos los actos que se impulsen desde Cataluña para propiciar la desconexión de España.

“NO VAN A ROMPER NADA”

“No van a romper nada”, dijo tajante, “y no van a conseguir ni uno solo de sus objetivos. España es España desde hace muchos siglos y va a seguir siéndolo muchos siglos todavía. España es un país serio, una democracia avanzada y no puede aceptar el chantaje” que están lanzando los independentistas.

El jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que va a “prevalecer la democracia” y dijo: “Pido y doy tranquilidad a todo el mundo”, puesto que indicó que el Estado “tiene todos los recursos a su alcance” y “mientras yo sea presidente no va a haber ni fracturas ni dramas, ni se va a privar a los españoles del derecho a decidir”.

Tras insistir en que es necesario dar continuidad a las políticas aplicadas en esta legislatura para consolidar la salida de la crisis, aseveró que “España no está para experimentos” y solicitó un mayoría clara para que nadie se pueda coaligar tras las elecciones generales del 20 de diciembre con el objetivo de “no dejar gobernar al que ha ganado las elecciones”.

Insistió en que el PP tiene “argumentos” y “razones” para salir victorioso de estas elecciones, reconoció haber cometido “errores” y defendió al PP como un partido “serio” frente a otros que nacieron en “una tertulia” o son un producto “publicitario”.