Este estudio, presentado hoy, revela que las mujeres evolucionan en todos los trastornos psicológicos producidos por el atentado del 11-M de peor manera que los hombres, siendo su recuperación mucho más lenta.

En cambio, la población en general "está absorbiendo" mejor el impacto producido por los atentados, de una forma muy eficiente, según Juan José Miguel Tobal, codirector del estudio.

El personal de emergencia (policía, bomberos, psicólogos, etc...) que sufría depresión o estrés postraumático en un principio, en la actualidad lo ha superado. Sin embargo, un 13,9% de los que pacedían ataques de pánico, continúan sufriéndolos.

Esta investigación, que ha recogido más de un millón de datos, parte de un estudio realizado un mes después de los atentados, intentando establecer la relevancia de los atentados en la población y la evolución de los trastornos psicológicos producidos tras el ataque del 11-M.

Para este estudio se ha realizado una división entre la población general: mayores de edad de todos los distritos de Madrid, en especial de los barrios afectados por los atentados, las víctimas y personas allegadas y el personal de emergencia.

En el colectivo de población en general, que abarca casi a 1.200 personas, desciende el número de afectados que continúan sufriendo algún trastorno psicológico, (depresión, estrés postraumático, ataques de pánico o trastornos de pánico), pero aumentó en un 16,2% el consumo de alguna sustancia vinculado al efecto psicológico que le produjo el suceso.

El colectivo de víctimas y allegados, grupo muy heterogéneo, manifiesta una "buena evolución", tratado en su conjunto, pero mirando cada víctima de modo individual es muy difícil "detectar su mejora", añadió Miguel Tobal.

El dato más relevante de este colectivo, según los psicólogos que han realizado el estudio, se detecta en aquellas personas que sufrían ataques de pánico, manteniéndose en casi un 60%, aunque casi la mitad de ellos han derivado en transtornos de pánico.

El tercer grupo, que se corresponde con el colectivo de personal de emergencia, y que en el primer estudio presentaba un grado de patología muy bajo, en este segundo análisis han superado sus problemas de estres postraumático y depresión. Aunque casi un 14% de los que sufrían ataques de pánico continúa padeciéndolos, siendo un dato superior al de la población en general.

Este estudio de la Universidad Complutense, dirigido por el catedrático Juan Jose Miguel Tobal y el profesor de psicología Antonio Cano Vindell, se ha realizado con la misma metodología que el realizado tras los ataques del 11-S de Nueva York, lo que permitirá una comparativa entre los dos ataques terroristas islámicos.