El Gobierno autónomo pretende frenar ese alto índice de absentismo escolar con un programa de escolarización, en el que la concienciación de los padres será la principal herramienta de trabajo.

Con un presupuesto superior a los cien millones, sufragados por la Administración Central y Autonómica, setenta y cinco monitores, principalmente de raz gitana, tratarán de velar por la asistencia continuada a clase de los aproximadamente seis mil niños que según las estadísticas presentan este tipo de problema.

Para el presidente de la Federación de Asociaciones Romaníes de Andalucía (FARA), José Carrillo, el absentismo escolar en la comunidad gitana se debe a que "nosotros hemos acertado en la integración social, pero hemos fallado en el aspecto educativo".

Entre los pertenecientes a comunidades gitanas en edad infantil, las niñas protagonizanel mayor índice de absentismo escolar, "ya que a los once o doce años dejan de ir al colegio para quedarse en casa y cuidar de sus hermanos, mientras que la madre se va a buscarse la vida", aseguró Carrillo.

Por su parte, Franciso Alvarez, responsable del Plan de Barriadas de Actuación Preferente de la Junta de Andalucía, manifestó que "debemos concienciar a los padres que la educación es la mejor herencia que le pueden dejar a sus hijos".