La ONU urge a reducir las emisiones contaminantes “tan pronto como sea posible”

- Los planes de los países para 2030 se quedan a medio camino para evitar que el planeta tenga 2ºC más en 2100

MADRID
SERVIMEDIA

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) instó este viernes a los países a reducir “tan pronto como sea posible” las emisiones de gases de efecto invernadero para que el dióxido de carbono equivalente (CO2e) sea “cero neto” entre 2060 y 2070 con el fin de que la temperatura del planeta no supere los 2ºC en 2100 respecto a la era preindustrial, límite considerado crítico por los científicos para evitar consecuencias irreversibles.

Así lo recoge el Pnuma en su último ‘Informe sobre la brecha de emisiones’, con el que un equipo de científicos y expertos de todo el mundo evalúa 119 planes nacionales (llamados Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional o INDC, por sus siglas en inglés) presentados hasta el pasado 1 de octubre por 146 países y que representan el 88% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2012, antes de que el próximo 30 de noviembre comience la cumbre mundial del clima en París (Francia), que debería concluir con un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto.

Esta agencia de la ONU indicó que “las políticas existentes y el decidido compromiso de las naciones que presentaron sus contribuciones antes del encuentro sobre el clima de París limitarán las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas (asociadas con las actividades humanas) para 2030”, y añadió que un nuevo acuerdo climático podría “impulsar nuevas acciones” que limiten el aumento de la temperatura mundial a 2ºC en 2100.

En este sentido, consideró que las INDC suponen “un impulso sin precedentes” para alcanzar un acuerdo en París, pero destacó que el logro del objetivo de los 2ºC depende de “un mayor alcance de las ambiciones en los años futuros”.

El informe señala que las INDC representan una reducción de las emisiones de gases contaminantes de 4 a 6 gigatoneladas de CO2e en 2030 respecto a las proyecciones de las políticas actuales, las cuales suponen 5 gigatoneladas menos al año que la estimación de 65 gigatoneladas previstas en el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés), el cual presuponía que no habría políticas adicionales sobre el clima después de 2010.

Con ello, las iniciativas nacionales para afrontar el cambio climático podrían recortar hasta 11 gigatoneladas de CO2e las emisiones proyectadas por el IPCC para 2030, pero representan cerca de la mitad de lo necesario para llegar al nivel de emisión mundial de 42 gigatoneladas para ese año, que es compatible con el escenario de 66% de probabilidades de que no se supere el límite de 2ºC en 2100.

“El reto es invertir la trayectoria de las emisiones tan pronto como sea posible a fin de que la reducción de las emisiones a cero neto en 2060-2075 esté a nuestro alcance”, apuntó el Pnuma.

No obstante, el director ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner, indicó que los planes climáticos nacionales suponen “un avance” para invertir la curva de las emisiones futuras y que, “aunque en sí mismos no son suficientes para limitar el aumento de la temperatura del planeta hasta el nivel recomendado de 2ºC en este siglo, representan un paso histórico para reducir las emisiones de carbono de nuestras economías”.

“Sin embargo, con el fin de eliminar la disparidad, es esencial que el Acuerdo de París adopte un enfoque dinámico en el que las ambiciones, la movilización de fondos para el clima y otras formas de cooperación aumenten a intervalos regulares”, añadió.

De hecho, el informe subraya que si se aplicaran todas las INDC, la disparidad en las emisiones en 2030 sería de 12 gigatoneladas de CO2e, “lo que conduciría al planeta a un aumento de temperatura de alrededor de 3°C para 2100 y produciría repercusiones climáticas significativas”.

Por último, el informe considera fundamental aumentar la eficiencia energética “con un énfasis particular en la industria, los edificios y el transporte”, y ampliar el uso de tecnologías de energías renovables para la producción de energía. Otros sectores en los que los estudios hacen hincapié son la silvicultura, la agricultura y los residuos.

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2015
MGR/caa