El establecimiento de un esquema de esta naturaleza permitiría, según el representante del PSOE, apuntalar el objetivo social común de una sanidad pública, de calidad y sostenible en el tiempo y garantizar la participación y la supervisión por parte de las fuerzas políticas y los agentes implicados en todas las propuestas de reforma que afecten al Sistema Nacional de Salud.

Martínez Olmos dijo no estar de acuerdo con la corriente de opinión que pide evitar que la Sanidad sea objeto de la confrontación política. "Tenemos valores diferentes e incluso defendemos intereses contrapuestos a los de otras formaciones políticas, por lo que es natural que haya confrontación política", aseguró, al tiempo que se mostró partidario de un esquema nueva que permita a los partidos políticos y a los agentes del sistema sanitario emitir su opinión en un foro parlamentario respecto a las medidas de reforma que se propongan.

El representante del PSOE defendió el actual modelo de descentralización de las competencias sanitarias, si bien abogó por reforzar "las competencias de cohesión y coordinación del Gobierno central".

Martínez Olmos también aseguró que el sistema sanitario está mal financiado y que se necesitará una inyección extra equivalente al 0,7% del PIB, es decir, de algo más de 7.000 millones de euros, "sólo para financiar de manera suficiente los servicios que el sistema sanitario ya está prestando en la actualidad".