Además, adelantó las fechas para reunirse en marzo con partidos políticos, agentes sociales y la comunidad educativa para conseguir en ese mes un texto base sobre "el que finalmente decir que sí o que no" a su propuesta de pacto.

Su ronda de contactos se iniciará el 8 de marzo, cuando se reunirá con la comunidad educativa representada en el Consejo Escolar del Estado.

El jueves 11 de marzo dará paso a la mesa política, a la que convocará a "todos los partidos políticos" y, el día 15, a los agentes sociales que forman parte de la mesa de diálogo social.

El ministro no quiere dejar fuera tampoco a la comunidad universitaria, a la que incluirá también en su ronda de contactos. "Espero que a final de marzo tengamos un texto sobre el que finalmente decir que sí o que no", añadió Gabilondo.

CAMBIOS LEGALES

Durante la rueda de prensa, se refirió a quienes "encuentran que la propuesta es demasiado próxima al PSOE" y a los que "entenderán que está cerca del PP".

Criticó también a los que piensan que su propuesta es "una pura reproducción de la LOE". En este sentido, dijo que "al menos" en 14 de los planteamientos del texto "es indispensable modificar 21 artículos" de la LOE.

Para Gabilondo, hay "voluntad de acuerdo y un consenso global" sobre los objetivos del pacto, pero reconoce que "habrá que seguir trabajando".

El ministro, por ejemplo, pretende "analizar con seriedad" las condiciones presentadas por el PP durante la Conferencia Sectorial, y apuntó que, hasta el momento, "todo el mundo ha renunciado y todos han logrado muchas cosas".

Las 137 propuestas de Gabilondo se configuran en torno a 12 objetivos, entre los que figuran "el éxito educativo de todos los estudiantes", la equidad, la flexibilidad del sistema, el impulso de la FP, de las nuevas tecnologías y del aprendizaje de idiomas.

Recordó que su propuesta sigue siendo convertir a Cuarto de ESO en un curso orientador, y que el Ejecutivo "tiene el compromiso de presentar una memoria económica" y de "determinar anualmente las acciones a realizar, cuantificándolas económicamente".

CIUDADANÍA Y CASTELLANO

Sobre la polémica en torno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, dijo que no se trata de un "asunto determinante" e insistió en que es una materia "como las demás", que no supone "un problema educativo".

Reconoció también la existencia de "posiciones diferenciadas" en torno a la defensa del castellano, pero aseguró que su voluntad "no es la de eludir el problema". De hecho, afirmó que "no está eludido" en el texto que ha presentado.