Pacto crisis. Tezanos lo defiende porque las críticas "desmedidas" del PP generan "miedo" y "retraimiento"
- Argumenta que el enconamiento político difunde la perniciosa sensación de que las cosas están peor de lo que están
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José Félix Tezanos, director de la revista "Temas para el debate", cuyo Consejo de Redacción preside Alfonso Guerra, y defensor de un pacto entre Gobierno y PP para hacer frente a la crisis, lo considera necesario porque entiende que un Ejecutivo débil fomenta un "exceso" de críticas en la oposición, que transmite el mensaje de que "las cosas están mucho peor" de lo que están y extiende un "miedo" y un "retraimiento" muy "perniciosos" para la economía.
En un artículo publicado en el número de marzo de la revista y que ha sido recogido por Servimedia, Tezanos, que a comienzos de mes propuso en declaraciones a esta agencia un pacto o incluso un Gobierno de coalición entre PSOE y PP, sostiene que en momentos como el actual "se hace necesario priorizar las políticas de interés general" y "la opinión pública no entiende que los partidos políticos permanezcan en querellas y conflictos exagerados" y no consensúen las políticas oportunas.
Para el director de "Temas para el debate", cuando no hay grandes dificultades puede afrontarlas "un partido solo", pero "ahora estamos ante una crisis más profunda y peligrosa" que se encarará mejor "si se suman fuerzas en el empeño". Sin embargo, a este motivo genérico añade un argumento de rotunda lógica económica que no han esgrimido los líderes políticos que defienden el pacto.
"El problema", expone Tezanos, "es que los gobiernos de mayoría insuficiente despiertan instintos opositores desmedidos, sobre todo cuando se detectan -o se creen detectar- situaciones de debilidad o inconsistencia". Y, "cuando la oposición encona y amplifica las críticas en exceso, la opinión pública se ve bombardeada por mensajes y valoraciones desmedidamente negativas", creyendo que "las cosas están mucho peor".
"La consecuencia", concluye, "es que cunde el miedo y el retraimiento de los inversores y los consumidores", con los consiguientes efectos prácticos para la economía. Adicionalmente, "ante críticas tan exageradas", los gobiernos tienden a "replegarse sobre sí mismos, haciendo oídos sordos a cualquier crítica o sugerencia, incluidas las que puedan ser razonables u oportunas". Cuando todo ello llega a los interlocutores sociales y económicos, remata, se alcanza "un punto verdaderamente delicado".
(SERVIMEDIA)
28 Feb 2010
KRT/caa