Según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, España tomó nota de que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa haya realizado un seguimiento del proceso electoral, calificándolo como “adecuado” y “en línea con los estándares internacionales”.

Este organismo también no mostró objeciones a la organización técnica y profesional de los comicios, lo que, desde su punto de vista, constituye un “nuevo paso adelante” dado por Azerbayán hacia unas “elecciones libres, justas y demócratas”.

Por su parte, el Gobierno lamentó que no se haya podido valorar “con mayores fundamentos” el proceso electoral, dado que “no fue factible” el desplazamiento de una misión de la OSCE-ODIHR, en la que España estaba dispuesta a participar con un número significativo de observadores.

Al mismo tiempo, España recogió la “disconformidad” de algunos grupos opositores con la forma en que se desarrolló el proceso electoral.

El Partido Nuevo Azerbayán, que lidera el presidente del país, Ilham Aliyev, logro la victoria en las elecciones consiguiendo, al menos, 70 de los 125 escaños del Parlamento azerí.

Aliyev recibió el poder de manos de su padre, Heydar, en 2003 y, desde entonces, según distintos grupos de defensa de los derechos humanos, ha perseguido a disidentes y ha restringido libertades individuales.