El acuerdo firmado en 2014 era incialmente de 12.350 millones de euros, si bien ajustando la sociedad conjunta (energías renovables, redes y nuclear), los cambios en la estructura de la transacción, los ajustes de precios para recursos y el efectivo neto al cierre, e incluyendo los efectos de la moneda, el precio de la compra es de los citados 9.700 millones.

En consecuencia, el grupo “queda desde hoy completamente centrado en el mercado del transporte ferroviario”. Los ingresos de la transacción permitirán adquirir las actividades de señalización de GE, por un importe de aproximadamente 700 millones de euros. También se invertirán aproximadamente 2.400 millones de euros en la creación de tres ‘joint ventures’ con GE en el campo de la distribución de energía, las energía renovables y las turbinas de vapor y nucleares en Francia, respectivamente.

Una parte de los beneficios (entre 3.200 y 3.700 millones de euros) serán reembolsados a los accionistas.

Así, el Consejo de Administración, que se reunirá el próximo 4 de noviembre, propondrá una oferta pública de recompra de acciones (OPRA), que será seguida por una reducción de capital a través de la cancelación de acciones.

Esta operación se someterá a la aprobación de los accionistas en la Asamblea General que tendrá lugar antes de fin de año. Una vez completada la operación, Alstom será “una compañía libre de deuda y con un balance sólido”, destacó la multinacional francesa.

Por su parte, GE espera que el acuerdo genere de 0,05 dólares por acción a 0,08 dólares de beneficio por acción en 2016 y de entre 0,15-0,20 dólares de beneficio por acción en 2018.

GE estima unos 3.000 millones de dólares de sinergias en costes en el quinto año e importantes retornos de la transacción.