En rueda de prensa, tras presentar los resultados del grupo, Brufau cifró en 1.661 millones de euros el impacto de la caída del precio del gas y del crudo (que cotizaba a 93 dólares por barril en 2008 y bajó hasta 58 dólares por barril en 2009). Igualmente, la casi “desaparición” del margen de refino tuvo un impacto negativo de 1.123 millones de euros.

Sin embargo, admitió que en los primeros meses de 2010 el margen de refino está “volviendo a aparecer” y la demanda “está tirando”, al igual que los precios del crudo se sitúan en niveles superiores a los 70 dólares por barril. Todo ello permite augurar una mejorá en las cifras de 2010.

AHORROS

El plan de ahorros de la compañía y su “actitud sacrificada de reducción de costes operativos” permitió en 2009 un ahorro de 800 millones de euros; con todo, no se alcanzó el ahorro de 1.500 millones previsto.

En cuanto a la inversión, sus costes se rebajaron desde los 28.900 millones hasta los 25.000 millones, gracias a “auténticas reducciones de los costes para hacer lo mismo con menos”.

Brufau aludió también a la actividad exploratoria del grupo, que en 2009 hizo 15 descubrimientos, tres de los cuales son de los diez mayores del mundo (“Perla”, en Venezuela; “Abaré”, en Brasil, y “Buckskin” en el Golfo de México). De este modo, la tasa de éxito se situó en el 50%, frente al 26% de 2008.

RESERVAS

En cuanto a la tasa de reservas, se situó en el 94% al cierre de 2009 y, “a partir de ahora, no hablaremos de tasas de reemplazo por debajo del 100%”, dijo, superando así el “problema endémico que tenía la casa”, que en 2005 tenía esta tasa en el 35%.

El objetivo de Repsol es diversificar su actividad exploratoria para minimizar riesgos. Más allá de las ya clásicas áreas de Brasil y el Golfo de México, la compañía pretende aumentar su presencia en países de la OCDE (no emergentes), como en Noruega, Canadá y Alaska.

En 2009, la producción de Repsol se situó en 334.000 barriles al día (+5,4%), y su mix de producción rondó el 40% de líquidos y 60% gas. La sociedad pretende, en este sentido, que el crudo tenga un peso más relevante en el futuro, por lo menos “parecido al del gas”.

En cuanto al Plan Estratégico de la compañía (cuya revisión se presentará en la Junta de Accionistas), Brufau señaló que se va “modulando en función de las circunstancias”. “Crecer es lo mejor que puede hacer una compañía”, dijo. Por eso defendió el crecimiento orgánico de Repsol a partir de fondos propios.