En rueda de prensa, el máximo representante de la petrolera española afirmó que, en 2009, ejercicio en el que el beneficio del grupo cayó un 39% (hasta 1.559 millones de euros), las dificultades de la empresa han sido “más externas que internas”.

“Ha habido mucho ruido”, que ha sido perjudicial para el grupo, sobre las disputas internas entre la dirección y el mayor accionista, Sacyr Vallehermoso, en torno al dividendo. Sin embargo, “podemos considerarlo agua pasada. El Consejo de Administración está unido”, como, a su juicio, demostró la decisión unánime de reducir un 19% el dividendo de 2009, hasta 0,82 euros por título.

Brufau admitió que, en los pasados meses, “había un sustrato real de conflicto”, si bien es ya “una página pasada” y hoy prima entre accionistas y consejeros la intención de “unir esfuerzos y trabajar en la misma dirección”.

“Nuestro accionista de referencia ayer aprobó sin discutir” (y “sin necesidad de pactar nada”, aclaró) la reducción del dividendo “porque entiende que todo el mundo tiene que tener su parte de sacrificio. Veo en nuestros accionistas una voluntad clarísima de aunar esfuerzos para tirar adelante del barco”, añadió.

De hecho, recordó que “los consejeros de Sacyr han aprobado siempre las decisiones de la compañía sin disensiones; espero que continúe así. Ha habido una apariencia de conflicto, y me gustaría bajar el diapasón”, indicó.

Igualmente, hizo gala del “apoyo y la proximidad” de "la Caixa", en contra de algunos rumores. “La caja nunca ha estado fuera de juego”, añadió.

Brufau defendió que, por “responsabilidad”, si cae el resultado también tiene que hacerlo el dividendo. Eso sí, si vuelven a repuntar las cuentas de la empresa (como parecen apuntar la evolución de margen de refino y la demanda), también se incrementará el dividendo, en línea con la senda iniciada hace cinco años.

La política del grupo pasa por dar “la máxima retribución al accionista dentro de una disciplina financiera”, esgrimió Brufau.

Sostuvo, asimismo, que se ve “con mucha fuerza para seguir gestionando esta casa. Por mi parte no quedará; cuento con el mejor equipo directivo, con el que cualquiera, hasta yo, puede presidir esta casa”, dijo. “Intentaré seguir presidiéndola. Otra cosa es la que piensen los demás”.

BLINDAJES

Preguntado sobre la propuesta del PSOE de eliminar las limitaciones de voto en los consejos de las compañías, Brufau dejó claro que un tema de tal importancia requerirá de un debate sereno y reflexivo en el Parlamento, analizando los pros y los contras de eliminar los blindajes estatutarios.

A su juicio, es “razonable” establecer alguna limitación en la capacidad de voto, para no vulnerar los derechos de los accionistas minoritarios.

Añadió que una decisión como esta afectaría a compañías del sector financiero, a Telefónica, Iberdrola, Repsol, etcétera, es decir, a empresas “geopolíticamente muy importantes para España”.

Por tanto, sería importante “evitar que alguien pueda controlarlas no acudiendo a una opa pública para todos”. A su juicio, se trata de evitar que “alguien con un 20% del capital pueda llegar a controlar una sociedad, sustrayendo sus derechos a los minoritarios. Creo que no es adecuado”.

Con todo, “esta empresa estará de cara” a las decisiones que adopte el Parlamento e, incluso, Brufau consideró “sano” que una cuestión como esta se debata en el Congreso, cuya decisión “no cuestionará” la petrolera.