Sánchez, acompañado del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y de quien encabezará la candidatura por Barcelona al Congreso de los Diputados, Carme Chacón, aseguró que nadie gana al PSOE en "ganas de ganar a la derecha".

Aseguró que no merece ganar las elecciones quien apela a las "debilidades" de España subrayando "el miedo la resignación", y sí quien subraya las fortalezas, como la determinación y la confianza en la capacidad de construir conjuntamente un futuro mejor para todos. "Ningún país se puede levantar sobre la exclusión y la división", advirtió.

Criticó a quienes usan las palabras para "diividir y confrontar", y apostó por utilizarlas para abrir espacios de convivencia y de diálogo.

Sánchez subrayó el patrimonio compartido por Cataluña y el resto de España y "que pretende liquidar el hijo político de Pujol", en referencia al presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas. Tanto él como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han encontrado su "excusa" o bien para "huir a Andorra con el dinero robado" en los presuntos casos de corrupción o bien para "mirar para otro lado" mientras se acentuaba la fractura.

Garantizó que los socialistas "ni vamos a huir ni mirar a otro lado" y estarán siempre al servicio de los catalanes y de los demás españoles.

Señaló a Mas como "culpable" de la fractura de la sociedad catalana pero también a Rajoy como "responsable" de la misma por "no haber actuado" ante el desafío independentista.

"LO MÁS ANTIDEMOCRÁTICO"

Sánchez defendió la reforma de la Constitución como la mejor forma de defenderla frente a "inmovilistas" y "rupturistas", y dejó claro que no la propone por la amenaza secesionista, pero que esa amenaza no puede implicar una renuncia a seguir avanzando.

Aunque Mas pretenda envolverse en "grandes palabras", como democracia, voluntad popular o libertad, le advirtió de que "romper la ley es lo más antidemocrático", romper en dos a Cataluña no responde a ninguna voluntad popular, y no hay libertad en "imponer tus deseos a la mayoría".

"Llamemos a las cosas por su nombre", dijo Sánchez, convencido de que el 70% de los catalanes no quiere que Mas vuelva a presidir la Generalitat, el 60% no quiere la independencia, y en realidad el único porcentaje que interesa a Mas es "el 3% de las comisiones".

Que un parlamento recién elegido exija a un Gobierno no constituido y a un presidente en funciones violar la legalidad "es de todo menos democrático", aseveró.

Pedro Sánchez considera llegado el momento de "renovar España" de los daños generados por la "erosión del tiempo" y por la crisis y los recortes, y "cerrar la brecha de desconfianza" entre territorios y entre ciudadanos, y reiteró que la forma es la "alianza por la sensatez" propuesta por los socialistas catalanes y la reforma de la Constitución avalada por todo el PSOE.