Los equipos de MSF destacados en Sudán del Sur informaron de continuas extorsiones, secuestros y violaciones en masa, así como asesinatos contra los civiles residentes en Unidad. “A medida que el conflicto se intensifica, la violencia contra la población civil se ve incrementada”, explicó la coordinadora de la emergencia de MSF, Tara Newell.

“Estamos siendo testigos de niveles de violencia y brutalidad que no habíamos visto antes. La población civil está siendo objetivo de forma repetida de ataques”, afirmaron desde la organización humanitaria.

El asalto de la base de MSF en Leer, en el sur de Unidad, el pasado 3 de octubre, forzó la evacuación del equipo y el hospital tuvo que cerrar por segunda vez desde mayo. Desde entonces, la población, “en una situación de extrema vulnerabilidad”, se ha quedado sin asistencia médica, sin suministros de comida y sin ayuda humanitaria.

La violencia ha forzado a la población a huir de sus casas en varias ocasiones, así como a esconderse durante largos periodos de tiempo en los bosques y pantanos de las proximidades. Sus habitantes no han podido cosechar sus cultivos desde que empezaron las ofensivas en primavera y sus reservas de comida son muy escasas, según indicó MSF.

En octubre, el conflicto y la violencia se intensificaron en el sur de Unidad, y el agravamiento de la situación “habrá traído un empeoramiento de la situación humanitaria y de la desnutrición”, concluyó la organización.