En rueda de prensa, se declaró "fascinado por la habilidad creativa" y el "ejercicio de concienciación política" que implica la última campaña de Greenpeace, en la que han convertido en niños a los principales dirigentes políticos para recordarles la urgencia de tomar medidas de protección medioambiental.

Subrayó que en Izquierda Unida "nos reclamamos ecologistas por convicción" y por su militancia anticapitalista, ya que cree que el planeta "no puede aguantar por más tiempo" un modelo de producción y de consumo que "despilfarra" recursos y que "destroza" el planeta.

Cree que esa campaña "va a mover conciencias" y puede facilitar la modificación de hábitos cotidianos que afectan al planeta.

Además, el hecho de que las autoridades europeas pretendan permitir un incremento de la contaminación de los vehículos con motores diésel demuestra, en opinión de Garzón, la necesidad de relevar a esos gobernantes "porque también están destrozando el planeta".