Así se pronunció la ‘número dos’ del Ejecutivo durante su discurso en el acto del arriado de la bandera española en la base de Herat (Afganistán), donde las tropas españolas han permanecido desde el año 2005.

La vicepresidenta estuvo acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general Fernando García Sánchez, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (jeme), general Jaime Domínguez-Buj y el jefe de Tropas de Montaña, general Manuel José Rodríguez Gil.

La vicepresidenta, que llegó a la base con más de 12 horas de retraso sobre el horario previsto por avería del avión, fue recibida por el jefe del contingente español, coronel Francisco José García Parra y no recibió honores ni pasó revista a la tropa porque las ordenanazas militares impiden realizar este tipo de actos de noche.

Sáenz de Santamaría quiso mostrar con rotundidad que lo españoles “no nos olvidamos que vinimos a una guerra que ha exigido múltiples esfuerzos” ejemplificados en el hecho de que 102 efectivos dejaron su vida por un Afganistán mejor.

En ese sentido, la vicepresidenta expresó que todos los españoles mantienen una “deuda de gratitud impagable que nunca podremos llegar a colmar adecuadamente” con los miembros de las Fuerzas Armadas que han ejercicio su labor en suelo afgano desde 2001.

Por último, Sáenz de Santamaría mandó un emotivo saludo a los más de 2.700 efectivos que España tiene desplegados en misiones internacionales, especialmente a los destacados en Senagal por proceder de aquel país los tres soldados del Ejército del Aire español que se encuentran desaparecidos en aguas del océano Atlántico después de que este jueves el helicóptero ‘Super Puma’ que los trasladaba a la base de Gando, en Gran Canaria, se estrellara en el mar y que aún no han sido encontrados.

A continuación, mandó al jefe de línea que mandase firme para después pedir un viva por el Rey, otro viva por España y un viva por las Fuerzas Armadas.

Por su parte, García Parra destacó la “contribución” y el “esfuerzo” de los diez años de presencia en suelo afganos de las Fuerzas Armadas españolas, que ha permitido a Afganistán contar con un ejército capaz de garantizar su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos.

“Afganistán permanecerá siempre en nuestros corazones”, sentenció.

Al final del acto, la vicepresidenta recibió la última bandera de España que ha ondeado en suelo afgano para su guardia y custodia hasta suelo nacional.

Sáenz de Santamaría llegó a la Base de Apoyo Avanzado (FSB) 'Camp Arena' de Herat, en el oeste afgano, en la que actualmente hay 410 militares bajo la misión ‘Resolute Support’ de la OTAN, autorizada por el Congreso de los Diputados el 18 de diciembre de 2014.

España se encuentra integrada en esta misión de la Alianza Atlántica, que tiene como objetivo fortalecer el proceso de estabilización de Afganistán y reforzar las capacidades de las fuerzas de seguridad afganas, que desde el pasado día 1 de enero sustituye a la misión ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad).

MISIÓN

Lejos de los 1.521 militares, que según Defensa, España llegó a tener en suelo afgano, el contingente actual está formado por 410 efectivos. Las tropas españolas presentes en la actualidad en Herat formaban parte de la fuerza de protección de la base y aeropuerto de la ciudad.

En su momento, en el destacamento español había personal del Ejército del Aire encargado de la operación del aeropuerto. También había personal de asistencia sanitaria al cargo del hospital Role 2E; a lo que se suma la unidad logística que atendía las necesidades propias de las tropas desplegadas, así como el personal del Cuartel General del TAAC West (‘Training, Advise and Assist Command’). Actualmente, el jefe del contingente es el coronel del Ejército de Tierra Francisco José García.

Durante los 13 años de presencia de España en Afganistán, han pasado un total de 17.223 militares españoles por ese país, según fuentes oficiales. Un total de 102 efectivos han fallecido en suelo afgano, así como dos intérpretes que trabajaban para las tropas españolas. El coste de la misión ha sido de 3.682 millones de euros.

Todos los gobiernos y mandos militares españoles han coincidido a la hora de destacar a la de Afganistán como la misión más dura y difícil de todas en las que han participado las Fuerzas Armadas no sólo por la logística, sino también por la peligrosidad que su desarrollo entrañaba.