Lo hizo en declaraciones a los periodistas antes de entrar en la reunión “muy importante” del Consejo Ciudadano con la que este partido se conjurará para “trabajar a muerte” para unas “elecciones históricas” en las que sale “a ganar” y no pensará en pactos hasta después de las mismas.

El líder de Podemos aseguró que mantiene y mantendrá la ilusión pese a los rumores de desencanto en sus filas, y que, “aunque a algunos les gustaría vernos bajar los brazos, no lo van a conseguir”.

Desdeñando las encuestas porque “las casas de apuestas nunca determinan el resultado de los partidos”, y señalando como ejemplo las sorpresas que auparon a candidatos apadrinados por Podemos como Manuela Carmena, Ada Colau, Xulio Ferreiro, Pedro Santisteve y “Kichi” a las alcaldías de Madrid, Barcelona, La Coruña, Zaragoza y Cádiz, Iglesias auguró que será el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el que tenga que apoyar su investidura y no al revés.

El secretario general de Podemos rehusó contestar a las últimas críticas del candidato de Unidad Popular, Alberto Garzón, alegando que está para mejorar las cosas y no para entrar en “debates estériles”. Apuntó que él nunca se va a equivocar de enemigo y deseó “mucha suerte a todos aquellos que tienen propuestas justas”.

Preguntado si tiene sentido seguir intentando captar a los votantes de un centro superpoblado de opciones electorales en lugar de a la izquierda, Iglesias se reafirmó en el diagnóstico de Podemos de que siempre se ha gobernado a favor de una minoría, cuando hay “una mayoría social que procede de sitios muy diversos” pero está de acuerdo en lo fundamental.

Según dijo en referencia a la palabra ‘izquierda’, “por desgracia, algunas metáforas son demasiado útiles para los poderosos y sirven para que siga ganando la banca”, y, si Podemos ha sido “uno de los motores del cambio” en España, es por haber sabido detectarlo.

En su intervención ante el Consejo, Iglesias insistió en algunos de estos temas y apostó por blindar un sistema electoral proporcional, la independencia de la justicia, los derechos sociales y la unidad plurinacional de España que respete el derecho a decidir de las partes.