Así se expresó Margallo durante su intervención en una sesión en Nueva York del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya presidencia ostenta este mes España, en la que se abordó la situación entre Israel y Palestina, Siria, Líbano e Iraq.

En el debate que ha presidido el jefe de la diplomacia española se trató el incremento de la violencia entre Israel y Palestina, en el que han muerto durante este mes ocho israelíes, un eritreo y 45 palestinos.

A tenor de la escalada de la violencia la ONU ha hecho un llamamiento para no avivar más el conflicto y para retomar las negociaciones de paz.

En ese sentido, Margallo recordó el éxito” que supuso la celebración en 1991 de la Conferencia de Paz de Madrid, ideada por el Gobierno de España y auspiciada por EEUU y la URSS, ya que en ella israelíes y palestinos dialogaron por primera vez y acordaron desarrollar dos Estados que convivieran en paz y seguridad dentro de unas fronteras reconocidas internacionalmente.

“La viabilidad de los dos Estados está en serio peligro. 25 años después la paz entre israelíes y palestinos está lejos de conseguirse. Nos hallamos en una dinámica muy preocupante con un inquietante recrudecimiento de la violencia”, sentenció.

PELIGRO DE GUERRA RELIGIOSA

Esto le sirvió para exhortar a la comunidad internacional a pasar de la “política declarativa” a los hechos, por lo que propuso la celebración de una cumbre internacional, un 'Madrid II', que concluya en acuerdo satisfactorio para ambas partes, “que ponga fin a este conflicto”.

En esa cumbre, dijo, Naciones Unidas debe jugar un papel fundamental. Y es que una de las mayores críticas que recibió la Conferencia de Paz de Madrid fue que las conversaciones y la negociación se pactaron sin el concurso de la ONU.

Margallo subrayó que el conflicto ha llegado a un punto en el que sólo caben dos soluciones: un “Estado binacional”, que ningún actor internacional se plantea, o dos “Estados que vivan en paz y seguridad”, que es por la que se debe optar con “decisión y rapidez”.

El jefe de la diplomacia española insistió en que se debe actuar cuanto antes, ya que el conflicto entre israelíes y palestinos, de corte político, está adquiriendo “inquietantes tintes religiosos. Una guerra religiosa es algo que no puede suceder”.

IMPLICACIÓN DE ACTORES REGIONALES

A su vez, Margallo fue contundente al manifestar que la política de asentamientos en territorios ocupados amenaza la solución de los dos Estados, al tiempo que llamó a la unidad entre las fuerzas políticas palestinas sobre la base de lo establecido por el Cuarteto para Oriente Próximo (EEUU, UE, Rusia y ONU), así como a abordar la situación en Gaza.

La persistencia de la ocupación sin horizonte de solución perpetúa el riesgo de violencia, no contribuye a la seguridad de Israel y frustra a los palestinos. Hay que aspirar a solucionar y no a gestionar el conflicto. "Urge la constitución de Palestina como Estado y garantizar la seguridad de Israel”, comentó.

Por último, llamó a los actores regionales (Irán, Arabía Saudía y Egipto) a involucrarse en la solución del conflicto, ya que si la Conferencia de Paz de Madrid fue un éxito, lo fue porque se combinó el diálogo entre las partes y el diálogo multilateral.