Tardá, que interpeló hoy al Gobierno en el Pleno del Congreso, afirmó que "la vida es un derecho y no una obligación" y para aquellos que no son creyentes es necesaria la "regulación del Estado" ante una situación difícil que aboca a miles de personas y sus familias a situaciones dramáticas.

Para Esquerra, esgrimir que la sociedad no está suficientemente preparada para una norma así "es insultante" y pretender que no hay demanda social de una regulación del derecho a morir dignamente "es doblemente insultante".

En definitiva, ERC reclama un "derecho que corresponde al Estado establecer mediante mecanismos que deben proteger, tanto la libertad de la persona con la seguridad. Es un derecho que el Estado no puede negarnos".

Insistió en que se trata de proteger la capacidad de las personas de decidir de manera "libre, informada y consciente", pero antes de llegar a ese detalle hay que "aceptar la existencia del derecho a decidir sobre la propia vida".

Tardà insistió en la necesidad de evitar situaciones "dramáticas" en las que los familiares o amigos tengan que ser vehículo del deseo del paciente como en el caso de Ramón Sampedro. "Quien practica la eutanasia, lo hace por el bien del enfermo. Yo lo haría, y sé que usted lamentaría que me metieran en la cárcel", dijo al ministro.

Tardà ofreció al Gobierno todo su apoyo en este terreno, convencido de que "o avanzamos con ustedes o no avanzaremos, porque de la derecha no se puede esperar nada en materia de derechos".

Caamaño reconoció que "no hay vida digna sin una muerte digna", pese a lo cual afirmó que la regulación jurídica de la eutanasia "no es prioritaria" para el Gobierno ni "pertinente en este momento".

Para el Ejecutivo, lo que hay que reforzar es el apoyo a enfermos y familias, los cuidados paliativos y la generalización del Testamento Vital depositado en el Registro Nacional de Instrucciones Previas, donde ya hay depositados 67.500 ficheros personales.

El diputado independentista pidió al ministro que "prevalezca el criterio de no oportunidad" en la regulación de este derecho al igual que ocurrió con la aprobación del matrimonio homosexual o de la reforma del aborto, leyes con las que acabó "el sufrimeinto de miles de personas".

Tardà advirtió de que "la derecha nunca parará" en sus reclamaciones y por ello recomendó al Ejecutivo socialista que no sean "timoratos" y no se dejen "acomplejar" por el PP. "Sabemos que no conseguiremos un Proyecto de Ley", pero apostó por "no quedarnos quietos" y crear una subcomisión para el estudio de la regulación de la eutanasia, "porque no sabemos qué va a pasar dentro de dos años", tras las elecciones.