Iglesias se reunió en el Senado con los representantes de la formación en la Cámara Alta para hacer balance de su gestión desde que llegaron y hasta la disolución de Las Cortes Generales por la convocatoria de elecciones generales. Dejaron claro, eso sí, que al ser todos ellos de designación autómica seguirán trabajando a pleno rendimiento a pesar del parón parlamentario.

Se declaró “orgulloso” de que todos esos senadores hayan renunciado a los seguros de vida y al plan de pensiones que el Senado ofrece a sus cargos a costa del erario público, y a otros “elementos absurdos”, como la medalla que ofrece a cada senador y que cuesta 600 euros a los ciudadanos. Además, el senador por Madrid renunció a la tarjeta de viajes.

“En España necesitamos cargos públicos que se parecen a la gente y viven como la gente”, dijo, al tiempo que juzgó “vergonzoso” que los ciudadanos vean empeorar sus condiciones de vida mientras a los cargos públicos “se les subvenciona” seguros de vida o viajes cuando viven en la misma provincia donde está la Cámara.

Iglesias exhibió además un gráfico que compara la actividad en el Senado de los dos partidos “nuevos”, Podemos y Ciudadanos, y destacó que su formación ha presentado 43 enmienas y 13 vetos a iniciativas parlamentarias, frente a los 13 y 1, respectivamente, del partido de Albert Rivera. Unos demuestran que trabajan y saben gestionar, afirmó, mientras otros “se dedican demasiado a la televisión”. Los senadores de Podemos, sentenció, son “ejemplo y garantía” de que la formación está en condiciones de gobernar “con los mejores”.

En esa línea, reclamó que el Senado deje de ser “un cementerio de elefantes” que los partidos tradicionales utilizan solo para mandar a gente como Rita Barberá cuando ya “no tiene qué hacer” o a modo de “jubilación” para poder “descansar” después de haber ocupado otros cargos.

Pese a ser preguntado por ello, no quiso responder a las críticas del candidato de Izquierda Unida, Alberto Garzón, a su plan de renta garantizada, y aseguró que Podemos no se va a equivocar de “enemigos”, que son solo quienes han puesto las instituciones al servicio de los poderosos.

Reiteró también su intención de centrar esfuerzos en ganar las elecciones y que sea el PSOE quien respalde su investidura como presidente del Gobierno, y no al revés, ya que los socialistas solo se ponen del lado de la gente “cuando nosotros les superamos”, como pasó en mayo en Madrid o Cádiz.

"Si no, seguirá diciendo una cosa y después haciendo otra, proponiendo subir impuestos a los ricos pero al mismo tiempo dejando sin convenio a los trabajadores de empresas de entre 50 y 100 empleados", agregó. Si no es con Podemos, alertó, el PSOE hace cosas como modificar el artículo 135 de la Constitución o aceptar sugerencias del BBVA, y no se puede estar al mismo tiempo con las familias desahuciadas y con quienes desahucian.