Así lo recoge en su informe ‘Aplicación de plaguicidas como rutina en la producción convencional de manzanas de la UE’, hecho público este miércoles. España es el país con la media más alta de residuos por muestra halladas por Greenpeace (4,3), seguida de Bulgaria (4,0) y Países Bajos (3,4).

En España, la organización recogió 14 muestras de manzana, 11 de ellas convencionales y 3 ecológicas, compradas en Alcampo (3), Carrefour (3), E. Leclerc (2), Lidl (2), Mercadona (2) y NaturaSi (2). Sólo Alcampo, Carrefour y NaturaSi tenían manzanas ecológicas.

Todas las muestras de manzanas convencionales recogidas contenían entre uno y siete plaguicidas. Las de producción nacional son las segundas con más número de residuos, en concreto las de Carrefour y Mercadona (7 plaguicidas).

Por otra parte, en las manzanas de Alcampo se hallaron restos de difenilamina, un plaguicida cuyo uso no está aprobado en la UE y que se puede utilizar como tratamiento después de la cosecha en países extracomunitarios. Greenpeace precisó que el nivel encontrado fue bajo, por lo que consideró posible que su presencia se deba a una contaminación cruzada mientras se almacenaron o empaquetaron juntamente manzanas procedentes de la UE y de países no comunitarios.

Además de España, las manzanas analizadas en los supermercados españoles procedían de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia y Suiza. De ellas, 109 procedían de la producción convencional y 17 eran ecológicas.

Greenpeace estudió una amplia gama de sustancias químicas y el 83% de las muestras de manzanas convencionales (91) contenía uno o más residuos detectables y el 60% incluía dos o más, en tanto que se detectaron un total de 39 residuos de plaguicidas diferentes, todos ellos por debajo de los límites permitidos. Por el contrario, ninguna de las muestras ecológicas contenía residuos detectables.

Por otro lado, Greenpeace explicó que la mitad de los plaguicidas encontrados son tóxicos para los organismos acuáticos, como las pulgas de agua y peces, y para las abejas y otros insectos beneficiosos. Las manzanas tienen una gran dependencia de los insectos polinizadores como las abejas y, en su ausencia, pueden darse pérdidas de producción de hasta un 90%.

“Los plaguicidas químicos están presentes desde el campo hasta el plato. El cóctel químico que hay en las manzanas analizadas por Greenpeace es sólo un ejemplo de lo que puede estar pasando con el resto de alimentos provenientes de la agricultura convencional”, apuntó Luís Ferreirim, responsable de Agricultura de Greenpeace.

Ferreirim instó a los supermercados a que eliminen gradualmente los plaguicidas tóxicos en la producción de frutas y verduras, que apoyen a los agricultores a cambiar al modelo ecológico y que amplíen su oferta de productos ecológicos locales.

"La diversidad de las sustancias encontradas refleja que en el cultivo convencional de manzanas se usa rutinariamente plaguicidas. Teniendo en consideración ésto junto con la falta de datos acerca de los posibles impactos de los cócteles químicos en el medio ambiente o en la salud humana, las preocupaciones son significativas", concluyó Greenpeace.