En esta causa aparecían como responsables los exdirectivos de Caja Madrid Miguel Blesa, Ildefonso Sánchez Barcoj y Rafael Sánchez Lozano.

Los denunciantes consideraban que se había producido un delito societario y de administración desleal en la compra de esta entidad financiera que se adquirió por 1.134 millones dólares. Este precio, según la denuncia, representaba el triple del valor de mercado.

Pero en este punto, la jueza Esperanza Collazos considera que las actuaciones practicadas "acreditan que los hechos objeto de la presente causa no son constitutivos de delito".

La jueza entiende que "no hay perjuicio económico, ni para los socios, ni depositarios, ni cuenta partícipes o titulares de bienes, valores o capital que administre de Caja Madrid".

De este modo, el juzgado declara el sobreseimiento libre y el archivo de las diligencias.