La ONG indicó que unos ejercicios militares de tiro originaron el incendio declarado sobre las 11.30 horas del pasado 5 de octubre en la zona del Monte de la Tortuga, junto al campo de tiro del Renegado, que calcinó unas 30 hectáreas de monte del espacio protegido Calamocarro-Benzú en Ceuta, incluido en la red Natura 2000 tanto por sus hábitats como por su avifauna.

“Éste es un triste ejemplo de las repercusiones que pueden tener maniobras de las Fuerzas Armadas en nuestros espacios protegidos. Pero, además de la posibilidad de que se produzcan incendios, estas actividades pueden provocar molestias en la fauna o una degradación de los hábitats de interés comunitario”, apuntó.

Para evitar estos impactos y hacer más sostenible la actividad de las Fuerzas Armadas, SEO/BirdLife enviará una solicitud al ministro de Defensa, Pedro Morenés, para que identifique y evalúe el impacto de todas sus actividades en Red Natura 2000, puesto que la Directiva de Hábitats y la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad exigen esta evaluación.

Para la ONG, la ausencia de labores forestales en Calamocarro-Benzú favoreció la alta velocidad de propagación del incendio. “El estado de semiabandono del monte, en el que se podía encontrar hasta basura y la falta de vigilancia y prevención, ha empeorado la situación”, añadió José Jiménez, portavoz de SEO-Ceuta.