El propio Pérez Quijano comentó a Servimedia que esta semana recibió por persona interpuesta la convocatoria de Carmena a una reunión en su despacho. Según dijo, el intermediario puso énfasis en que, a cambio, abandonara la huelga de hambre, pero él insiste en que ya dejó la primera que hizo, en julio, a cambio de una promesa similar, y que no le valió de nada.

Pérez Quijano, de 63 años, casado y padre de tres hijas, reclama que el Ayuntamiento cumpla las sentencias del Tribuna Superior de Justicia de Madrid y el propio programa de Ahora Madrid y suspenda el plan parcial de Los Berrocales.

Además, le pide que paralice la deuda de 700.000 euros que le ocasionaron las derramas requeridas por la Junta de Compensación, en la que él tuvo que ingresar contra su voluntad tras haber adquirido en 2003 una finca para construir una gasolinera, en terreno que luego el Consejo Rector de dicha Junta, dominado por los inversores mayoritarios, declaró urbanizable.

Para cobrarle esa deuda, se le han embargado la finca y su piso en Las Mercedes, y, el embargo se ejecutaría si hay ofertas válidas sobre ambas propiedades antes del 13 de noviembre.

Pérez Quijano ya se puso en huelga de hambre el pasado mes de julio, pero Carmena, que tomó posesión el 13 de ese mes, le convenció de que lo dejara prometiéndole una solución a su problema. Como el Gobierno municipal no la ha podido encontrar, volvió a emprender otra el 21 de septiembre.

Tras alimentarse durante unos días únicamente de agua y sales minerales (proteínas y grasas), ahora ha incorporado un plátano con miel, siguiendo el consejo de los profesionales del Samur, que analizan su evolución cada tres días.