La investigación comenzó cuando se tuvo conocimiento de que la madre de un bebé había denunciado ante una agente de la Policía Nacional que su hijo, de 15 días y que presentaba una lesión en una vena, había fallecido en Reino Unido mientras le operaban de urgencia.

Los policías dudaron de la veracidad de lo manifestado por la madre y comenzaron las gestiones para tratar de esclarecer los hechos. Tras varias pesquisas, se averiguó dónde se encontraba el menor, así como las personas presuntamente implicadas en su venta, que podrían haber obtenido por comerciar con el bebé entre 3.000 y 15.000 euros.

Los investigadores solicitaron colaboración policial internacional a Reino Unido, a través de la Oficina Sirene, lográndose localizar al bebé en Cardiff Bay (Gales). Han sido detenidos la madre, de 19 años y de nacionalidad rumana, un hombre y otra mujer, ambos de 26 años y de nacionalidad española.

Continúan las investigaciones para determinar la posible participación de más personas en estos hechos, no descartándose otras detenciones.