Según confirmaron a Servimedia fuentes de la cúpula del partido, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal resolvieron "en pocas horas" la crisis abierta por la renuncia de Arantza Quiroga, que, tras una semana de silencio para reflexionar sobre su futuro, anunció que abandona la política al sentirse desautorizada en la nueva estrategia que quería dar al PP vasco.

La secretaria general del PP dirigió las gestiones y habló personalmente con Alfonso Alonso para que asumiera el liderazgo en el País Vasco. Hace dos años su nombre ya sonó cuando Antonio Basagoiti dejó la política para fichar por el Banco Santander, pero el entonces portavoz en el Congreso de los Diputados rehusó regresar a la política autonómica y, meses después, fue nombrado ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Tanto Rajoy como Cospedal consideran que, tras la espantada de Quiroga, la única persona que podía recomponer la unidad del PP vasco era el propio Alfonso Alonso. Así se lo transmitió el presidente del Gobierno y del partido en una conversación telefónica en la que le pidió que asumiera la responsabilidad sin abandonar su tarea actual como ministro.

En el PP señalan que Alfonso Alonso es el político más indicado, tanto por experiencia como por reconocimiento interno y por conocimiento de la ciudadanía, para tomar las riendas del PP vasco en vísperas de las elecciones generales anunciadas para el 20 de diciembre y de las autonómicas que deben celebrarse en Euskadi en otoño de 2016.

En la cúpula del partido casi todos los dirigentes coinciden en que Alonso es también el candidato más idóneo para optar a la Presidencia dentro de un año y competir así con el peneuvista Iñigo Urkullu por el Palacio de Ajuria Enea.

NO ES PROVISIONAL

Para ello, las fuentes consultadas indicaron a Servimedia que la apuesta por Alonso es "a largo plazo", que no se trata de una Presidencia provisional, porque el PP del País Vasco no se puede permitir un líder de transición que ceda el testigo a otro dirigente dentro de unos meses.

Además, apuntan que al partido le conviene que Alonso compagine el Ministerio de Sanidad con la dirección del PP vasco para ganar peso político en Euskadi y, además, tener visibilidad nacional, ya que Alonso no es diputado autonómico en el Parlamento de Vitoria.

Subrayan que esta doble condición es perfectamente compatible en el presente y, también, en el futuro si Rajoy permanece en el Gobierno y sigue contando con él. Aseguran que, además, es también positivo para recuperar el espacio perdido por el PP en el País Vasco en los últimos años, en los que no ha dejado de caer en votos y en escaños.

En el entorno de Alfonso Alonso las cosas a futuro se ven de otra manera y se asegura que las elecciones autonómicas están muy lejanas todavía. Apuntan que ser presidente, aunque es lo habitual, no conlleva ser el candidato a la Lehendakaritza, pero piden "no correr".

Subrayan, en este sentido, que antes de las autonómicas vascas hay que afrontar unas generales decisivas dentro de poco más de dos meses y, entre medias, deben celebrarse dos congresos trascendentales en el PP desde el punto de vista interno.

Primero, a principios de año, se celebrará el Congreso Nacional del PP en el que Rajoy intentará repetir como presidente si gana las generales y en el que se decidirá su carrera sucesoria si no gobierna y, ya después, se convocará el Congreso del PP vasco en el que Alonso debería ser ratificado.