Así lo señaló Jon Imaz en la rueda de prensa de presentación del nuevo plan estratégico de la petrolera, en la que destacó que tras la expropiación de YPF en 2012 la compañía española ha logrado convertir “el riesgo argentino en una oportunidad de crecimiento y de generar valor”.

Imaz afirmó que en 2020 Repsol será una compañía “más fuerte, ágil y competitiva” y subrayó que la integración de Talisman permitirá al grupo aumentar su producción de los 682.000 barriles al día actuales a una franja de entre 700.000 y 750.000 barriles, lo que supone duplicar por 2,5% los 300.000 que producía en 2012.

La compañía contempla una reducción de inversiones nuevas del 40% y unas desinversiones totales de 6.200 millones de euros en el período, que “estadísticamente” serán mayores en el área de ‘Upstream’ que de ‘Downstream’ y cuya reciente desinversión en Alaska sirve de “buen ejemplo” para las venideras.

A pesar de que la cifra de desinversión es una cantidad “importante”, Imaz consideró que en términos comparativos no es “relevante” ya que del total de 44.000 millones de cartera en los próximos seis años Repsol contempla una inversión de 23.000 millones.

En cualquier caso, Imaz descartó que la petrolera vaya a vender las “joyas de la corona o de la abuela”, por lo que mantendrá su participación del 30% en Gas Natural al estar “confortables” a nivel estratégico y financiero.

Igualmente, el nuevo plan estratégico prevé multiplicar por seis la venta de activos previstos y obtener hasta 20.000 millones de euros con la reducción de costes para afrontar la deuda, que se sitúa actualmente en unos 14.000 millones y prevé reducir en unos 6.500 millones en el escenario “ácido” de 50 dólares del petróleo.

Preguntando por una posible desinversión en refinerías en España, Imaz garantizó que no se producirá “ningún descenso” en la capacidad de estas instalaciones sino que “vamos a seguir invirtiendo y potenciando para que sean refinerías más eficientes y competitivas”.

El consejero delegado de Repsol mostró su “orgullo” porque la compañía invirtiese en los años más difíciles de la crisis económica, especialmente en 2008, cuando lo “fácil” era desinvertir y sostuvo sobre la reducción de plantilla de 1.500 empleados en tres años que se hará de forma “responsable y acordada”.

DIVIDENDO

En cuanto al dividendo, insistió en garantizar que se mantendrá la remuneración en los términos actuales incluso en un escenario “ácido” y “conservador” de precios del crudo en el entorno de los 50 dólares.

De esta forma, subrayó el “compromiso” de Repsol es mantener el dividendo en un euro por acción, pero si el precio del petróleo sube por encima de los 50 dólares “el excedente de caja se destinará a reducir más deuda y a mejorar el dividendo”.