Según informó el Instituto Armado, en el marco de la llamada ‘operación Bombardeo’ se ha detenido a 15 personas en las provincias de Málaga, Cádiz, Toledo y Madrid e incautado casi una tonelada de hachís. También se han intervenido tres helicópteros valorados en 2,5 millones de euros.

La droga era introducida en la Península por vía aérea en horas nocturnas, tras lo cual era ocultada en fincas aisladas de la costa malagueña, de donde posteriormente era distribuida a distintos países europeos por vía terrestre,

Una de las organizaciones desarticuladas contaba con un prestigioso instructor de vuelo, experto en rescates en alta montaña en el pirineo francés y Alpes suizos. Este implicado adiestraba a los pilotos que posteriormente realizaban vuelos transportando el estupefaciente.

MUY PREPARADOS

Esta operación policial se ha llevado a cabo en varias fases, de forma que el primer helicóptero fue incautado en mayo de 2014. En esa fecha esta aeronave, después de realizar un vuelo nocturno desde Marruecos y ocultar el hachís que transportaba en un lugar desconocido, colisionó con los cables de una torre de alta tensión, a consecuencia de lo cual falleció el piloto.

La pérdida de dicha aeronave no mermó la capacidad delictiva de esta organización, ya que en octubre ya contaba con un nuevo helicóptero, mucho más rápido y con más capacidad de carga.

La incautación del resto de aeronaves se produjo el pasado mes de diciembre, cuando miembros del Servicio Aéreo de la Guardia Civil interceptaron dos helicópteros y detuvieron a sus cuatro ocupantes, interviniendo el hachís que ambas transportaban.

A raíz de lo anterior, el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Málaga, tras esta larga investigación, pudo determinar quién era la persona o personas que estaban detrás de cada escalón en estas organizaciones criminales perfectamente jerarquizadas.