Solchaga declaró a Servimedia que “el Gobierno seguramente pensó que dos meses antes de las elecciones nadie iba a tomar en cuenta si sus previsiones eran en exceso optimistas y que una pequeña desviación daría igual”.

A su juicio, con los precedentes de Grecia o Portugal, la Comisión Europea “podía ser acusada de hacer la vista gorda con unos o de ser extremadamente exigente con otros, de manera que si el Gobierno hizo ese cálculo es que entendió mal el margen de maniobra que tiene la Comisión Europea, que es bastante más pequeño del que ellos habían previsto”.

Para Solchaga, “si ahora no se hace algo por parte del Gobierno, ya sea éste o el que venga, es más que probable que nos vayamos desviando del ajuste pactado con Bruselas”.

“Esto es importante, porque tenemos que seguir las reglas dentro de la UE, y cualquiera que sea el Gobierno que vaya a suceder al actual, tendrá que verse comprometido con las obligaciones y compromisos del Gobierno anterior”, añadió.

“Por eso, conviene que este sea un tema que se tome con total seriedad; no es una cuestión de si el Gobierno tiene un poco más de razón o menos, o si el Gobierno ha mentido de manera deliberada con propósitos puramente electorales, porque son cosas muy importantes para mantener la confianza de los inversores extranjeros y de los agentes económicos en el futuro de España. Rectificar aquello que se está desviando es una prioridad nacional”, afirmó.