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Gürtel. La secretaria de Correa alega que se “vino arriba” con “tres o cuatro copas” y se inventó la implicación de García-Escudero en la Gürtel

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, instructor del 'caso Gürtel', tomó declaración hoy como testigo a Maica Jiménez, la que fuera secretaria del cabecilla de la trama, Francisco Correa, que se retractó de las palabras que le grabó una funcionaria y que relacionaban al presidente del Senado, Pío García-Escudero, con cobros irregulares de la trama Gürtel. “Estábamos en un bar, me había tomado tres o cuatro copas y me vine arriba”, dijo al juez.

Jiménez declaró después de Ana Garrido, la funcionaria que hizo la grabación, que en su comparecencia ante el magistrado ratificó todo lo que denunció con anterioridad y se quejó de que los abogados de Correa le preguntaran por su vida personal y de que colaborar con la justicia puede acabar perjudicando al denunciante.

De la Mata trataba de establecer en esta toma de declaración la veracidad de una grabación hecha en secreto por una funcionaria del Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid) en la que se implicaba en la red al presidente del Senado y expresidente del PP madrileño, Pío García-Escudero, que no está imputado en la investigación.

Jiménez declaró por espacio de media hora, después de Garrido. También estaban llamados a testificar hoy Fausto Cabrera Gutiérrez y Arturo González Villarroya, hijo del que fuera alcalde de la localidad madrileña de Boadilla del Monte Arturo González Panero.

En esa grabación, Jiménez aseguraba que el extesorero del PP Luis Bárcenas y otros cargos del partido visitaban el despacho de Correa y la sede de su empresa Special Events y salían de allí con sobres de dinero, pero no citaba específicamente a García-Escudero como receptor de dinero negro.

El juez incorporó a la causa la grabación de esta conversación este mismo mes. El encuentro grabado por la funcionaria Ana Garrido se produjo en un restaurante poco después de la operación policial contra la trama y fue transcrita por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía.

En ella, Jiménez reconocía haber visto entrar a Bárcenas en el despacho de Correa “una sola vez, a altas horas de la noche, cuando no había testigos y el portero ya había acabado su jornada laboral”. Según su versión, el extesorero salía de allí “con sobres”.

El informe de la UDEF explica que la secretaria vio también a otros dirigentes del PP entrando en la sede de Special Events y entre ellos cita a García-Escudero, al que considera “amigo” de Correa; al exdiputado Jesús Merino, al exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo y al exalcalde de Majadahonda (Madrid) Guillermo Ortega, entre otros.

ALTOS CARGOS

En la grabación, de dos horas de duración, Jiménez relata que Correa solía pedir “chicas altas, rubias y que sean putas para relacionarse con gente muy importante” y deduce que estaban destinadas a “altos cargos”.

Garrido reconoció ante el juez haber hecho la grabación hace cuatro años con el fin de colaborar con la justicia en la lucha contra la corrupción y se ratificó en el contenido de la grabación. Sin embargo, no fue ella la que puso este testimonio en conocimiento del juez. Según relató esta mañana, hizo la grabación, pero al considerar que las revelaciones de Jiménez eran de poca relevancia, la guardó en su ordenador y la dio por olvidada.

Su novio se llevó su ordenador y copió todo el contenido del mismo y, según el relato de la testigo, fue él quien tiempo después puso en conocimiento de la Policía de Boadilla del Monte esta grabación.

Garrido, alertada de que el contenido de estas grabaciones iba a ser publicado en prensa, llamó por teléfono a Maica Jiménez para avisarla. Según dijo, la secretaria de Correa le envió después un mensaje en el que le aseguraba que tenía “miedo” y que se iba a cambiar de casa, extremo que ha sido negado por la trabajadora de Correa.

Maica Jiménez, por su parte, se retractó ante el juez de todo lo dicho en la grabación porque, según ella misma ha relatado, la conversación se produjo en un bar donde después de tomar “tres o cuatro copas” se “vino arriba” y “solté por mi boca lo que no está en los escritos”.

Empezó por negar que fuera la secretaria de Correa y aseguró ser una simple “recepcionista” que hacía llamadas en nombre de su jefe, como otros trabajadores de la empresa, porque él no tenía secretaria. En varias ocasiones dijo al juez que el contenido de la grabación es inventado y que en Special Events nunca vio salir dinero “ni en cajas, ni en sobres, ni en bolsas” de ninguna clase.

También negó haber participado en la supuesta contratación de prostitutas para su jefe y para altos cargos políticos del PP, tal y como relataba en la grabación. ¿Por qué hizo entonces esas afirmaciones? Simplemente había bebido y quiso “impresionar” a su interlocutora, explicó.

La secretaria de Correa acabó denunciando a éste por acoso laboral porque, según indica en la grabación, le hacía quedarse “hasta las tantas”. Jiménez dejó el trabajo y antes de hacerlo una compañera le advirtió de que no contara nada de lo que sabía porque el cabecilla de la trama Gürtel era capaz de “mandarle un sicario”.

La mujer acabó retirando la denuncia, según dijo hoy al juez, no porque temiera por su integridad, sino porque volver a encontrarse cara a cara con Correa en el juicio le resultaba insoportable.

(SERVIMEDIA)
13 Oct 2015
SGR/caa