Zapata tuvo que acudir este miércoles a declarar ante el juez Santiago Pedraz, que acordó el archivo de la causa por considerar que el encausado no tuvo intención expresa de dañar a las víctimas, les ha pedido perdón y hace cuatro años, cuando el concejal publicó sus tuits, no podía imaginar que acabaría ocupando un cargo público.

Según el magistrado, Zapata recogió en los tuits lo que se decía en la calle, participando en un debate abierto sobre la libertad de expresión, pero sin intención de dañar o humillar a las víctimas, condición necesaria para que su comportamiento pueda tener una respuesta penal.

La Fiscalía prefiere no recurrir el archivo, puesto que considera cumplido el trámite procesal que exigió la Sección Segunda de la Sala de lo Penal al juez, que le llamó a declarar en la sede de la Audiencia Nacional.

El concejal Zapata declaró por un presunto delito de menosprecio a las víctimas del terrorismo, castigado con entre uno y dos años de prisión, por hacer comentarios escabrosos y bromas sobre Irene Villa y el holocausto judío en Twitter.

Después de escucharle, el juez indicó en su auto que el edil no tuvo "intención en modo alguno" de "lesionar la dignidad de las víctimas" y "no podía imaginar que pudiera humillar a algunas víctimas".

El juez considera, a la vista de los tuits analizados, que es "obvio" que "la voluntad del señor Zapata no estaba dirigida directamente a humillar a las víctimas".

Pedraz insiste en que "difícilmente" pudo Zapata hacerse idea del "posible daño a las víctimas" que iban a causar su publicaciones y tiene en cuenta que todas ellas datan de hace cuatro años. "¿Acaso sabía él que iba a tener un cargo público, que alguien iba a rebuscar en su pasado tuitero y luego, por ser concejal, iba a tener la repercusión pública que ha tenido?", se pregunta. El juez recuerda, asimismo, que no se ha perseguido a otras personas por reproducir comentarios similares.