El político popular declaró como imputado por delitos fiscales, de corrupción entre particulares y blanqueo de capitales, por el supuesto cobro de comisiones a empresas publicitarias mientras era presidente de Bankia. Rato está aún esperando que el juez le notifique formalmente el auto.

Rato llegó a la sede los juzgados de la Plaza de Castilla madrileña a pie antes de las ocho de la mañana, cuando aún no habían llegado las cámaras de televisión. A las puertas de los juzgados le espera aún un grupo de preferentistas con pancartas en las que se puede leer "Blesa y Rato a prisión", les acusan de haber "saqueado este país" y gritan “Rato, ratero, igual que tu padre, igual que tu abuelo".

Son más de medio centenar los manifestantes que están repartidos por todos los accesos al edificio de los juzgados madrileños para que Rato no pueda eludir su protesta, pese a que hay instalado un cordón de seguridad para impedir que se le puedan acercar.

El juez ha preguntado a Rato por el origen de los 6,5 millones de euros de la sociedad Kradonara, que el exvicepresidente controla a través de sociedades interpuestas y que recibió ese dinero desde Reino Unido, Gibraltar y Luxemburgo, si pagar impuestos.

Esta declaración se produce después de la negativa de Rato a explicarse en sede judicial el pasado mes de julio y tras interrogar el juez la pasada semana a su secretaria personal, Teresa Arellano, y a uno de sus supuestos testaferros, Miguel Ángel Montero.

El imputado fue detenido y puesto en libertad el pasado 16 de abril. En ese momento se negó a declarar ante las Fuerzas de Seguridad y posteriormente se acogió a su derecho a no responder al juez.