Un 5,9% de las aguas marinas de la UE están protegidas, lejos del objetivo del 10% para 2020
- Oceana denuncia que muchas de esas zonas son “parques de papel” sin protección real
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Alrededor de un 5,9% de la superficie marina de la UE está protegida, lejos aún del objetivo del 10% para 2020 al que se han comprometido los países, establecido en la reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica celebrada en Nagoya (Japón) en 2010.
Así se desprende del informe ‘Áreas protegidas en los mares de Europa’, hecho público este jueves por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), organismo perteneciente a la UE, y que incluye datos de 2012, el último año con información facilitada por todos los Estados.
El informe indica que la red europea de aguas marinas protegidas “aún no pueden considerarse representativa o ecológicamente coherente”. Por ejemplo, la mayoría son costeras o litorales y faltan zonas en mar abierto, lo que deja a una gran variedad de hábitats y especies de profundidad sin protección y dificulta la interconexión ambiental entre ambas. Por ejemplo, en el Báltico y en el Atlántico Nororiental, los países han protegido más del 15% de sus aguas costeras, pero menos del 4% en mar abierto.
La AEMA subraya que “los mares europeos están bajo presión” y que las áreas marinas protegidas pueden ser claves para conservar los ecosistemas y la biodiversidad marina.
Las aguas marinas que rodean Europa incluyen tanto las abiertas como las que no tienen litoral y abarcan 5,7 millones de kilómetros cuadrados. Son el hogar de una gran diversidad de hábitat y de miles de especies de plantas y de animales. Esta biodiversidad es la base de los ecosistemas marinos y para proporcionar servicios a las personas, como la regulación del clima, la comida del mar o actividades de ocio como buceo y la observación de ballenas.
Sin embargo, el informe resalta que las actividades humanas en el mar y también en la tierra “están impactando en las aguas marinas europeas y añaden presión sobre las especies marinas”, con el daño y la pérdida de hábitats, la extracción de recursos, la introducción de especies no autóctonas, la contaminación y los efectos del cambio climático.
El informe recomienda poner en práctica un enfoque más global para el diseño, la gestión y la evaluación de las áreas marinas protegidas, con el fin de revertir los cambios sistémicos observados en los mares de Europa y de ayudar a detener la pérdida de biodiversidad y lograr mares limpios, sanos y sostenibles.
‘PARQUES DE PAPEL’
Por otro lado, la ONG Oceana celebró la publicación del estudio, el primero que evalúa la red de aguas marinas protegidas de la UE al completo, pero pidió a los Estados miembro que resuelvan las carencias que impiden que la protección sea efectiva, puesto que hay “pocos lugares protegidos (sobre todo en mar abierto), demasiado pequeños y mal gestionados”.
“Nueve de cada 10 áreas Natura 2000 son menores de 100 km2, el tamaño mínimo recomendado por los científicos, y muchas son ‘parques de papel’ sin protección real. Si los Estados miembro de la UE invierten poco en conservación marina, no conseguirán los beneficios ecológicos y económicos que puede proporcionar una red de AMP (Agua Marina Protegida) bien diseñada y gestionada”, afirmó Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa, quien añadió que “sólo ecosistemas saludables y resilientes pueden ayudarnos a hacer frente a amenazas como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad”.
Gustavsson apuntó que la Comisión Europea “debe abandonar la política de esconder la cabeza en la arena y tomarse en serio la generalizada falta de gestión de las áreas marinas protegidas”. “Los Estados miembro que no apliquen los requisitos necesarios para una protección real deberían ser legalmente responsables de su negligencia”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
01 Oct 2015
MGR/gja