Carmena compareció hoy ante el pleno municipal, a petición de la portavoz del PSOE, Purificación Causapié, para que hiciera valoración de sus primeros 100 días de gobierno. Una sesión en la que poco antes el concejal del PP José Luis Martínez-Almeida había insinuado que la regidora pensará de los concejales de Ahora Madrid “¡joder, vaya tropa!”.

Ella lo negó terminantemente y, al hilo de esa polémica, dijo que echaba de menos unas palabras menos crispadas y lamentó que “el escenario nos obliga a unas actitudes de impostación”. Constató que van a estar cuatro años y se van a tener que entender, por lo que llamó a “evitar descalificaciones” y “veladas imputaciones que no son ciertas”.

Carmena dijo haberse “sentido muy dolida” por algunas imputaciones que había hecho el concejal popular y aseguró que algunas de las cosas que había dicho no le sonaban de nada. En suma, pidió “una oposición leal”, con lo reproches que tengan que hacerle. “Pero no vengáis con lo que habéis leído en La Razón, o el Abc, o El País”, terminó.

Acto seguido, defendió que los 100 días de tregua son precisamente para que el nuevo gobierno se organice, reivindicó haber renunciado a los coches oficiales, las entradas a espectáculos y otras prebendas. Reivindicó también el final de los desahucios y la ayuda contra la malnutrición infantil, y que los suministradores de luz y gas no vayan a cortar el suministro a familias con necesidades.

OPOSICIÓN

La portavoz del PP, Esperanza Aguirre, ironizó que tendrían que ser los socialistas quienes comparecieran a valorar la gestión del Gobierno municipal al que auparon ellos, y si les gusta más el programa de Ahora Madrid que el suyo, porque podría haber un alcalde del PSOE, Antonio Miguel Carmena, al que ella se ofreció a investir con los votos del PP. También dejó caer que el PSOE puede que ya no quiera aliarse con Podemos, pues ya no está de moda tras el mal resultado en Cataluña.

Luego pasó a interpretar que Ahora Madrid sólo quiere utilizar el Ayuntamiento como “escaparate de sus ideas políticas y trampolín para alcanzar otras instituciones”, y que la gestión diaria no les importa. “Sólo quieren demostrar que nunca ha habido bondad en la política española hasta que llegaron ellos”. Y terminó diciendo que le “dan mucho miedo los políticos que se creen en posesión de la bondad y de la verdad”, porque suelen ser totalitarios.

A su vez, Causapié, partiendo de que Carmena recibió una “mala herencia”, señaló que Madrid necesita cambios, que no acaba de ver un proyecto general para la ciudad y ésta necesita cambios estructurales, y lamentó, entre otras cosas, que no se haya hablado suficiente de violencia de género.

Finalmente, la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, dio la razón a Carmena en que lo primero que hay que hacer al llegar a una institución o empresa es ordenar los medios de que se dispone y lamentó que hasta el momento haya habido en torno a su gobierno “más ruido en torno a cosas mediáticas” que políticas concretas, pues ella también se encuentra más cómoda en un entorno “menos crispado”.

Villacís denunció la situación de muchos funcionarios cesados de su puesto, la situación de los grupos municipales, carentes de medios, y se declaró más partidarias de “cosas concretas” que de “buenas intenciones”.

Aprovechando que la alcaldesa suele hablar de seducción, la portavoz de C’s le invitó a seducir a las empresas y a que éstas no crean que en Madrid se les ve con “ojeriza”, sino que se les faciliten garantías de seguridad jurídica, porque de momento mucha gente no sabe “por dónde van a ir los tiros”.