Así lo indicó en Pleno del Senado, durante el debate de totalidad del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016, al que los grupos de la oposición han presentado 12 vetos, aunque finalmente se debatirán 11 por el cambio de senador de Foro Asturias.

PSOE, CiU, PNV, Entesa pel Progrés de Catalunya (dos vetos) y Grupo Mixto (seis vetos) han planteado su rechazado a las cuentas públicas diseñadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para el año que viene.

El senador del PSOE Juan María Vázquez criticó las cuentas del Gobierno, al que acusó de “coger el Estado del Bienestar y dejarlo al mínimo”. Además, señaló que no es un proyecto que apueste por el futuro, por un cambio del modelo productivo o por la cohesión social. “España tiene capacidad para ser un país próspero y merece un Gobierno que diseñe una recuperación justa que beneficie a todos”.

Por su parte, Pere Maluquer, del grupo de CiU en el Senado por UDC, consideró que estos PGE son “insuficientes para consolidar la incipiente recuperación de la economía”. Mientras, Ferrán Bel (CDC) expuso que “no son unas buenas cuentas públicas para Cataluña”, para agregar que son “pésimas” para la región y para el resto de España.

Desde las filas de la Entesa pel Progrés de Catalunya, por parte del PSC, José Montilla dijo que el discurso del ministro sobre la evolución de la economía es una especie de “Cristóbal en el país de las maravillas” y que el Presupuesto de 2016 parece un “programa electoral”, es “poco creíble, insolidario, equivocado y requeriría un cambio notable en las prioridades”.

Por el mismo grupo pero como representante de ICV, Joan Saura lamentó que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no haya hecho referencia en su “relato” sobre la economía española y los PGE ni a la pobreza ni a la desigualdad, por lo que sería “imposible” que cualquiera que venga de fuera “se haga la más remota idea de qué es España”. Además, rechazó las cuentas de 2016 porque son “socialmente injustas”.

Por su parte, el senador del PNV Jokin Bildarratz consideró que éstos son unos “malos presupuestos electoralistas”, y apuntó que si bien los datos macroeconómicos “invitan a ser un poco más optimistas” es fundamental “decirle la verdad a la ciudadanía, que está sufriendo”. Además, dijo que estos Presupuestos son “extemporáneos”, “no cumplen con Euskadi” y “van contra” el conjunto de comunidades “donde el PP ya no es nada o es muy poco”.

Para el senador de Eusko Alkartasuna Alberto Unamunzaga, estos Presupuestos son “continuistas con los anteriores y siguen sin abordar los problemas estructurales del Estado español”, como son la elevada tasa de paro, la desigualdad o el fraude fiscal. Además, lamentó que “dan la espalda” a quienes más sufren las consecuencias de la crisis económica.

Desde las filas de ERC, Ester Capella afirmó que con el discurso “triunfalista” de Montoro los debates parecen el “día de la marmota”, además de señalar que éstos son los Presupuestos “más opacos y menos creíbles” de los últimos años, tienen un “claro carácter electoralista” y “maltratan” a Cataluña.

Carles Mulet, de Compromís, dijo que los PGE de 2016 son una “ofensa” para la Comunidad Valenciana y señaló que en la región “no quieren ser ciudadanos de segunda”. En esta línea, la senadora de Coalición Canaria María del Mar Julios apuntó que los presupuestos “no respetan” a las islas, que son “injustamente” tratadas.

Mientras, el senador de Ciudadanos Tomás Marcos los tildó de “electoralistas, irresponsables y sin ninguna ambición reformista”. Por último, Ramón Merino, de Podemos, afirmó que los Presupuestos “no están a la altura de la necesidades” de España y “no sirven para salir de la crisis, porque son continuistas con las políticas que nos llevaron a ese lío”.

El portavoz de Presupuestos del PP, Francisco Utrera, respondió a las críticas de la oposición subrayando que los objetivos de los PGE son claros, y pasan por “consolidar el crecimiento económico y la creación de empleo”.

Además, explicó que con estas cuentas públicas “se va a mantener la perseverancia que el Gobierno ha tenido en la consolidación fiscal y en el impulso reformador”.