Sánchez, en su intervención ante el Consejo de Política Federal del PSOE –reunión con todo los líderes territoriales- subrayó que el PSOE “siempre ayuda a la gobernabilidad” y que en Cataluña hoy hay una sociedad fracturada en “dos bloques heterogéneos dentro de sí” y en el Parlamento catalán hay seis fuerzas “obligadas” a entenderse, a dialogar y a negociar y a conformar un gobierno que dé “estabilidad y resuelva problemas”.

A su juicio, el socialismo supone “reformismo” y reiteró su “compromiso”, “en nombre del PSOE y de España, porque están “llamados a ayudar a reconstruir la unidad en Cataluña, hoy rota, y también a articular, a través de la reforma constitucional, una unidad de España mucho mejor a la actual”. “Un reto complejo y difícil pero también apasionante” porque “en diciembre ese reformismo se abrirá paso”.

Sánchez coincidió con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en señalar que la “responsabilidad plena” de la situación la tiene el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por su “aventurismo”, como apuntó Díaz, así como el jefe de Ejecutivo, Mariano Rajoy, por su "inacción" y por no estar "a la altura" de la situación.

REFORMISMO

En su discurso, el líder del PSOE ahondó en que el partido representa “reformismo” y que “frente a la inacción política de Mariano Rajoy, tienen que “volver a recuperar la esencia del socialismo, que no es sino el reformismo” y “hablar claramente de la reforma de la Constitución”, explicándole a los ciudadanos que es “esencial para su día a día”.

Señaló que esa es la “esencia” del PSOE y que a deben volver a abordar la reforma constitucional para "afianzar la recuperación económica", recuperar la confianza en las instituciones y resolver el problema de convivencia territorial que padece España.

En esta línea, Sánchez indicó que “a diferencia de otras opciones políticas” de izquierda o derecha, los socialistas sostienen que “hay que gobernar el presente para transformar el futuro” y, por ello, reconoció que “España se enfrenta a varios desafíos”, unos “comunes” a otras sociedades como la falta de oportunidades y otros “propios de la sociedad española”.

En este último caso, señaló que “la convivencia” es un problema “que se está poniendo en cuestión por ese pulso secesionista liderado por una persona que ha utilizado las instituciones en beneficio propio”, al cual señaló “como principal responsable, de este desafío secesionista”.

UNIDAD

El secretario general del PSOE unió en la sede madrileña del PSOE en la calle Ferraz a los todos líderes regionales del partido, a excepción de la balear Francina Armengol, el manchego Emiliano García-Page y el presidente de la FEMP y alcalde de Vigo, Abel Caballero.

Tras una foto de familia, en la reunión coincidieron en la necesidad de que el PSOE represente el reformismo ante el problema territorial en Cataluña y apueste por la reforma de la Constitución.

Después de un par de horas reunidos, acordaron una declaración en la que insisten en que “es imprescindible reconstruir la red de afectos, intereses y valores compartidos que han sustentado una convivencia fructífera entre Cataluña y el resto de España a lo largo de su historia e involucrar a la sociedad civil en esta tarea” porque “es imprescindible entender que la solución a la situación de división creada pasa por el respeto a la legalidad, por el diálogo y por las reformas.”

Ahondando en la tesis de la reforma constitucional, el documento recoge que “este es el tiempo de las reformas, de renovar el pacto ciudadano que da sentido a la convivencia y al progreso colectivo en nuestro país”.

Y que los socialistas están “dispuestos a liderar en España un nuevo esfuerzo de diálogo, de entendimiento y de consensos para acometer esas reformas que han de cimentar un futuro de unidad, de modernización y de progreso”. Además, proponen "una reforma federal para España en el marco de una gran reforma federal para Europa, como proyecto de unidad, de modernización y de justicia social para catalanes, para españoles y para europeos".

Por último, el texto sostiene que “en lugar de la independencia que persiguen unos y del inmovilismo en el que se han instalado otros, que sólo llevan a ahondar la brecha de la división y la fractura social”, los socialistas aportan “soluciones y un compromiso claro que es una apuesta por la convivencia, por las reformas y por el futuro compartido para seguir” haciendo “país entre todos”. “No entendemos una Cataluña fuera de España, como no entendemos España sin Cataluña", concluye la declaración suscrita por los líderes socialistas.