En declaraciones a los periodistas en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) junto con el candidato del PSC a las elecciones, Miquel Iceta, Sánchez subrayó que su partido apuesta por la convivencia, ya que “ambos extremos se retroalimentan”, lo que a su juicio es nocivo para la sociedad catalana.

Esto le sirvió para dejar claro que “el problema de Cataluña no es España ni el de España en Cataluña” sino “los malos gobernantes a los que hay que dejar atrás”, al tiempo que urgió a emprender con el apoyo de los ciudadanos una renovación de la política.

Por otro lado, confesó que el objetivo de su partido pasa por “hacer una Cataluña mejor en una España diferente”.

Preguntado por las declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en las que comparó la “guerra de banderas” con los momentos en los que la banda terrorista ETA estaba “plenamente activa y operativa”.

Sánchez contestó que únicamente espera del ministro un “anuncio”: el de su dimisión, ya que, a su juicio, “no puede seguir al frente de sus responsabilidades tras su reunión este verano con Rodrigo Rato”. “Lo demás, es accesorio, porque es día perdió toda su credibilidad”, concluyó.