Según los datos de Frontur, estas cifras contrastan con las del conjunto de visitantes llegados al país que continuaron marcando récords históricos en este periodo, con un crecimiento del 4,1% en el acumulado anual y del 1,6% en agosto.

Con la caída de agosto, son ya 16 los meses consecutivos con el turismo ruso en números rojos. De hecho, sus visitantes se redujeron un 10,3% en 2014, tras años consecutivos de fuertes ascensos.

El descenso de agosto fue menor a los de julio y junio, que fueron los meses de mayores caídas, con descensos del 41,7% y del 46,5% respectivamente.

En mayo el retroceso fue de un 29,5%, en abril del 35,4%, en marzo del 33,9%, en febrero del 23,7% y en enero del 17,4%.

Más allá del conflicto en el este de Ucrania, las autoridades turísticas españolas atribuyen esta mala evolución del turismo ruso a la devaluación del rublo frente al euro, que ha encarecido los viajes a España. De hecho, destacan que como los rusos de mayor poder adquisitivo son los que siguen viniendo a España, su gasto medio está subiendo.

Entre 2009 y 2013 las llegadas de turistas rusos se incrementaron un 275%, al pasar de 421.992 turistas a 1.581.784. Los incrementos anuales fueron del 31,6% en 2013; del 39,3% en 2012, del 42,6% en 2011 y del 43,4% en 2010.