Así lo afirmó hoy Paloma Durán, directora de la Secretaría del Fondo de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (SDG-F, en sus siglas en inglés), perteneciente al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en una conversación telefónica mantenida con Servimedia desde Nueva York.

Los ODS sustituirán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que fueron aprobados por 189 países miembro de la ONU en 2000 con 8 objetivos, 18 metas y 48 indicadores a cumplir en 2015 relativos a la erradicación de la pobreza y el hambre, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el VIH/sida y garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

El SDG-F es un mecanismo de cooperación al desarrollo creado en 2014 por el PNUD en nombre del sistema de las Naciones Unidas mediante una aportación inicial del Gobierno de España, y al que ahora contribuyen 20 países, con el fin de pilotar la transición entre los ODM y los ODS.

Durán explicó que los principales logros de los ODM están relacionados con la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre en 2015, puesto que los datos más recientes indican que el porcentaje de personas desnutridas en todo el mundo ha descendido del 23% en 1990 al 15% en 2012, y con el acceso al agua, ya que más de 2.000 millones de personas han logrado en acceder a fuentes mejoradas de agua potable entre 1990 (cuando un 75% de la población podía hacerlo) y 2010 (el 89%).

“En materia de agua y hambre, que son los dos temas más básicos para la supervivencia de una persona, ha habido avances sustanciales, lo que no implica que no haya que seguir trabajando. Todavía hay muchísima gente viviendo en una situación de pobreza muy lamentable”, apuntó.

AGENDA “MUCHO MÁS AMBICIOSA”

Por el contrario, Durán subrayó que otros ODM han obtenido peores resultados, como la desigualdad entre mujeres y hombres, y el acceso a la salud y a la educación. “La agenda es una moneda de doble cara porque se han conseguido avances, pero mientras haya niños que no tengan acceso a la educación, personas que no tenga servicios básicos de salud y población envejecida sin un sistema de protección social mínimo hay que seguir trabajando”, apostilló.

En este sentido, Durán comentó que el mundo es ahora “un poquito mejor” en la medida en que “hay más gente que tiene acceso al agua potable y a alimentos”.

A este respecto, expresó su “esperanza” de que el planeta esté en mejores condiciones en 2030, año en que expirarán los ODS, respecto a 2015, cuando vencerán los ODM. “La nueva agenda cuenta con más actores, como el sector privado y la sociedad civil, y plantearlo en términos universales implica sumar”, apuntó.

De 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio se pasará a 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, lo que, para Durán, refleja que actualmente “hay muchos más retos en la sociedad internacional”.

“En 2000 no había una lista oficial de países de renta media y hoy hay una lista de países de renta media que hasta hace 15 años estaban en la de países en desarrollo. Tienen ahora una mejor situación económica, pero también un reto tremendo que es el nivel de desigualdad”, explicó.

Durán recalcó que la nueva agenda para el desarrollo no restringe la responsabilidad del cumplimiento de los objetivos a los países, sino a “toda la sociedad”, en el sentido de que entran en liza las empresas y las ONG.

Además, pone encima de la mesa las necesidades de los pequeños estados insulares al fijar como objetivo la protección de los océanos, los mares y los recursos marinos, e incluye otros como la promoción de sociedad pacíficas e inclusivas. “Esta agenda es mucho más ambiciosa que la anterior”, dijo.