La carta, que responde a lo aprobado esta mañana por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento, apunta que "este colectivo es conocido por su posiciones que incitan a la vulneración de derechos y deberes y, más específicamente, a lo que son conocidos como delitos de odio".

Según Barbero, "su simbología y sus conductas claramente expresan e incitan a la violencia" y le "consta que, incluso en estos momentos, de manera sistemática mantienen conductas de provocación".

El Gobierno municipal ha querido expresar su respeto por "todas las manifestaciones políticas pacíficas", pero "rechaza a organizaciones que promueven ideas y comportamientos xenófobos". Desde esta premisa justifica que no haya pedido el desalojo de los manifestantes contrarios a la Ley de Seguridad Ciudadana, concentrados a unos metros en el mismo lugar.

Los integrantes de Hogar Social ocuparon un inmueble de la calle José Abascal hasta que fueron desalojados en mayo. Allí acogieron a mendigos, con la condición de que fueran españoles.